¿SOÑANDO CON SER UN PROFESIONAL?

 


EL ESTUDIO: UNA TAREA QUE EXIGE CONTROL DEL ACTO DE PENSAR.

Hola, amiga(o) pensante. El progreso y el mejoramiento personal no pueden darse sin un cambio hacia un nuevo estado de ser, uno que reconocemos aún no poseer.

Para que el pensante pueda asumir o convertirse en este nuevo estado, debe primero considerarlo, pensarlo y, finalmente, decidirlo. Así se crea la disposición necesaria, algo que surge desde su interior. Una vez formulada esta intención, estará listo para actuar.

A menudo, este primer paso parece sencillo; muchos creen que basta con decidirlo para asumir un nuevo rol. Pero no es así. Por ejemplo, quien decide ser doctor, pero no está dispuesto a enfrentar el esfuerzo y sacrificio que demanda prepararse y estudiar, pronto descubrirá su verdadero nivel de disposición. Durante el proceso, las dificultades y obstáculos pondrán a prueba la decisión inicial de "ser". Muy pocos logran resistir y mantenerse firmes en sus metas o sueños.

Sin embargo, la mayoría sigue aspirando a ser mejor de lo que es en el presente. Es durante ese proceso de materialización de la meta cuando se requiere energía y voluntad. Sin ellas, el camino puede convertirse en una carga tan grande que, incluso alcanzando el objetivo, el individuo podría terminar en un estado psicológico debilitado. En casos extremos, esto les impide ejercer su rol con libertad o continuar avanzando en su desarrollo.

El estudio, aunque no es un concepto nuevo, sigue siendo un terreno desconocido en ciertos aspectos cruciales. A pesar de los avances en métodos y recursos, se sigue estudiando sin una preparación adecuada sobre *cómo* hacerlo. Rara vez se dispone de un método comprobado que guíe al estudiante para superar las dificultades inherentes al camino del aprendizaje.

Estudiar requiere inevitablemente un proceso mental. Sin embargo, el acto de pensar sigue siendo una barrera importante para muchos estudiantes. Paradójicamente, aunque pasamos todo el día pensando, pocos se detienen a observar *cómo* lo hacen. Desde que nacemos, el pensar se convierte rápidamente en un proceso automático. Nos enfocamos en el *qué* pensamos, ignorando el *cómo* pensamos, al punto de desconocer su importancia para generar ideas o resolver problemas de manera eficiente.

Quienes han conocido el "Manual del Pensante", un proyecto que he desarrollado y que pronto estará disponible, han comprobado la importancia de recuperar el control perdido del acto de pensar. No es posible manejar los pensamientos con eficiencia sin esta base. La expresión "perdí el control" o "fulano perdió el control" refleja precisamente cómo la falta de dominio sobre el acto de pensar puede llevarnos a decisiones o acciones impulsivas.

El estudio es, en esencia, un proceso pensativo. Ignorar esta realidad puede significar el fracaso en alcanzar metas con calidad profesional. Solo mediante el control consciente del acto de pensar se puede estudiar con eficiencia y lograr los resultados deseados.

Autor. Emilio R. Fernández Ramos  

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