¡CUIDADO CON LO QUE SE SABE!
PROSAS VERDADERAS
Hay que tener
cuidado con lo que se sabe. En las primeras etapas de mi infancia, por alguna
razón llegue a la conclusión de saber que había cosas que no podía hacer, sin
probar si podía o no. Este saber se comporta como una verdadera creencia: que
es aquello que se sabe cómo verdad y que uno considera que no hace falta
comprobarlo. Estas primeras etapas de mi vida fueron muy duras, sufrí mucho. Me
encontré que aparte de las cosas que ya sabía que no podía hacer, las cosas
nuevas por hacer que aparecían en mi camino, la primera impresión que recibía
era; “no puedo”. El saber que no podía, se comenzó a convertir en un saber que
inundó toda mi incipiente personalidad. Lleno de miedos, dudas, inseguridades y
la autoestima desvalorizada, sentí que me estaba asfixiando con mi propia
mierda. Era mía esa verdad, así que me dediqué a limpiar ese excremento que inundaba
mi mente. Y pude a tiempo, guiar con mis propias manos mi destino, hasta el día
de hoy.
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