EN BUSCA DE LA TRANQUILIDAD
LA VIDA ES COMO UN VIAJE EN ALTAMAR Hola amiga(o) pensante. Si vas viajando en tu buque y el mar está tranquilo, deja de pensar que tienes buena suerte. No depende del capitán del barco que el mar se comporte a su favor o que no le presente problemas. Algo parecido sucede con cada uno de nosotros en la vida. Con el cuerpo físico que es nuestro barco, con la naturaleza y la actividad social, el pensante se encuentra con tantos factores que no dependen de su voluntad, que no hay manera de estar exento de peligro. Ante esta realidad imposible de ignorar, en el capitán recae el serio compromiso de ser bueno piloteando y estar preparado para los imprevistos. Por el lado de su cuerpo pueden surgir dificultades, la naturaleza lo puede sorprender con uno de sus tantos desbordamientos, o la sociedad en la que se desenvuelve, de algunos de sus participantes pueden venir problemas inesperados. A todas estas, el pensante como capitán de su vida debe mantenerse calmado. Y más