CUANDO UN CUERPO SE VUELVE LOCO
LA VERDAD ASUSTA, PERO NO QUEDA MAS REMEDIO. SI TE LO PIERDES TE PUEDE COSTAR LA VIDA
Hola, amiga(o)
pensante. Aquellos que se preocupan por el sistema inmunológico de su cuerpo,
por los desordenes funcionales de sus órganos y sistemas, aceleración del
envejecimiento, por las enfermedades psicosomáticas promovidas por sus
condiciones psicológicas, etc. Les haría bien leer este articulo con atención.
De todos los seres
vivos el único que tiene la cualidad de pensar es el ser humano. Desde que este
pensante comenzó hace miles de años a participar en el proceso evolutivo del
cuerpo, su ADN o memoria genética ha tenido que desarrollar mecanismos adicionales
para procesar la inherencia que tienen los pensamientos que funcionan como
instrucciones u ordenes al cual el cuerpo está obligado a responder.
El resto de los
seres vivos está libre de la caprichosa inherencia de este pensante conduciéndose
con el cuerpo como le dé la gana.
Todos sabemos que la
naturaleza de todo ser vivo los impulsa a la supervivencia. El cuerpo basado en
esa memoria producto de su evolución, sabe exactamente cuánto y que, de todo lo
que necesita.
El cuerpo sabe
cuando algo es suficiente, si fuera por él no aceptaría ni más ni menos la
cantidad de comida, agua, sol, aire, olores, sabores, sensaciones o tactos,
etc, etc, etc. .., Pero sobre él cabalga un pensante que ignora hasta su propia
existencia.
Este disparatado jinete,
es un mar de contradicciones, incoherencias, indecisiones, y un adicto a todo
aquello que le hace experimentar estados o bienestar psicológico, cosa que es
su responsabilidad producirlos sin necesidad de dependencias.
Te explico. Todos
los excesos o deficiencias para un cuerpo son conocidos. La ciencia a trabajado
duro, cualquiera puede informarse en un minuto.
Pero las personas
sabiendo eso, les importa un carrizo la memoria genética de su cuerpo. Si le provoca
hartarse hasta vomitar, si por sus asuntos personales esta molesto o triste y
no le da la gana de comer, somete al cuerpo a un martirio porque a él no le
provoca. Si le da la gana de pasar tres días con sus noches tomando aguardiente
sin dormir, ni comer, al carajo esa memoria genética. Ejemplos hay muchos.
Pero aparte de eso
el cuerpo recibe durante el día energías emocionales que cambian bruscamente.
Por ejemplo, el carajo está emitiendo energía de alegría a su cuerpo y este
produce la química hormonal o proteica y baila de gusto, y de repente el tipo
agarra una arrechera y las instrucciones energéticas a su cuerpo es que se
prepare para la guerra.
Usted ha visto
como estalla un objeto cuando sufre un cambió busco de temperatura. Así
conducen los pensantes a su cuerpo. Un rato triste, otro sonriente, otros
bravos, en un momento con ganas de vivir, y de repente sienten ganas de morirse.
Digan ustedes
pensadores, ¿esa vaina no es para volver loco a su cuerpo?
¿Puede un cuerpo
mantenerse equilibrado, estable y estar impulsado a la supervivencia respaldado
al 100% por un pensante que sea su amigo?
¿Es amigo un
carajo o caraja, que no se ocupa por lo menos de conocer las limitaciones que tiene
su cuerpo, y poner de su parte para apoyarlo?
Los lamentos, los
arrepentimientos, los ruegos a Dios y a todo aquello que pueda hacer milagros
por la salud física, son acciones hipócritas hacia un cuerpo que estuvo todo el
tiempo advirtiendo los peligros.
No digas que no
sabes cuales eran esas advertencias. Por si acaso te las repaso. Todos los síntomas,
malestares, debilidades, dolores, mareos, acidez, cansancios si motivos, etc,
etc, etc. Esas señales es el cuerpo gritando; “coño has algo”.
Pero no, hay que buscar
algo que ALIVIE o quite el malestar por un rato si es que la incomodidad es muy
fuerte. Y cada vez que aparezca, otra pastillita y todo arreglado.
Hasta que un día
no puede más y va a una consulta médica. Con cuatro nudos en las cuerdas
vocales pregunta al doctor de está manera. “Por favor doctor no me diga que
tengo al malo”.
Sé que la compasión
es necesaria algunas veces; pero ¿verdad que el doctor debiera responderle a
ese descuidado irresponsable; “¿Usted se está muriendo, como es que no se dio
cuenta?”
“Así son las cosas”.
El venezolano sabe de quien era esta insistente expresión.
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