AYÚDATE CON ANTICIPACIÓN
DESCUBRE EL
ARSENAL DE CUALIDADES QUE GUARDAS EN TU MUNDO, Y APROVECHA EL TIEMPO PARA
PREPARARTE.
Hola amiga(o)
pensante. Si tus nervios o salud han sido afectados por la crisis del covid-19,
y por las consecuencias económicas que se están produciendo, entonces, no estabas
tan fuerte y preparado como pensabas. Y pensar que ahora vienen situaciones
amenazantes que parecen van a ser peores.
Una cosa es esconderse o encerrarse en su
mundo por las amenazas externas, y otra, entrar en nuestro mundo para armarse con
artillería pesada para enfrentar esta y todas las crisis que vengan.
La intención
de entrar para tomar del arsenal de nuestra verdadera esencia, las virtudes y
talentos necesarios para encarar y solucionar aquello que consideremos problemas
a resolver, demuestra el grado de consciencia favorable que conserva el
pensante
La sola
obediencia de permanecer en casa a esperar que el gobierno resuelva todo sin
aprovechar el tiempo, no es algo que haría un pensante que permanece atento a
la situación que está sucediendo.
Las emociones negativas, como el miedo o el pánico,
causan que las personas tengan conductas irracionales contra otras personas y
terminen encerrados en su casa o en su mente, temblando y rogando para que no
lo vea el enemigo. Cierra los ojos de la consciencia analítica para no ver el
monstruo que anda suelto y que este tampoco lo vea; tiene tanto miedo de ver o
de que lo vean.
Puedes pasar
la mano por delante de sus ojos y no puede ver tus dedos. Puedes explicarle de
mil maneras los inconvenientes de su comportamiento y no hay forma de ayudarlo
a entender. El miedo no lo deja pensar, siente que nada puede hacer.
Por eso no se
puede calmar, por eso no puede parar de lamentarse, quejarse, protestar, por
eso maldice y pierde un valioso tiempo que le puede servir para ponerse su
armadura de titanio y prepararse por si le golpea un misil en el pecho.
El pensante
que decide hurgar en su alma para ver que herramientas encuentra que lo puedan
ayudar a enfrentar el mundo hostil que lo rodea, nunca pierde de vista la
realidad que está aconteciendo.
Permanece con
los ojos abierto, necesita estar enterado lo más posible, para intentar
predecir en este caos de información, por donde pueden caer los meteoritos. En
cambio, el pensante que se esconde por miedo, o pierde el control, no puede ser
objetivo con los hechos que están sucediendo. Recarga la realidad objetiva con
su realidad subjetiva producto de su miedo y descontrol.
Espero hayas
leído mis dos artículos anteriores. Donde te explique la importancia de la idea,
opinión o concepto que tienes de ti y tus cualidades, inteligencia o talento.
Eso que crees
de ti, ese concepto que tienes de ti, es determinante en tu forma de ser. Ese
comportamiento que tienes en este momento con respecto a la crisis, es producto
de lo que crees que eres capaz de soportar o no, de lo que puedes enfrentar o
no, y de que tanto cuentas contigo, a la hora de que suceda algo de lo que temes
te suceda a ti o tu familia.
Tu
personalidad responde a esas opiniones, creencias o convencimientos que tienes
acerca de ti, acerca de lo que eres capaz o no. Los hechos, o la vida te ha venido demostrando
y convenciendo para que sirves o para que no sirves. Tienes muchas pruebas o
evidencias de las capacidades con las que cuentas.
De acuerdo a esas opiniones, resultados de las
evaluaciones sucesivas que te fuiste haciendo, fuiste quitándole y poniéndole
detalles a la gran creencia que tienes como una gran verdad acerca de ti mismo
hoy en día.
Esa creencia, que
fundamenta a quién eres hoy, es como un iceberg, (hielo flotante) que solo
puedes ver a simple vista menos del 10% de su verdadero tamaño. El resto está hundido
en tu mente (inconsciente) funcionando sin que tengas consciencia y control de
esa gran obra que has hecho de ti mismo.
Esa es la
razón por la que debes buscar hechos pasados donde te evaluaste y produjiste
una opinión de ti.
Examina este
dato. Todos los pensantes, durante toda su vida, antes, durante y después de
los hechos, emiten opiniones de sus actuaciones: “quedé bien”, ¿lo haré bien?”,
“no lo hice bien”, “¿lo estaré haciendo bien?, “pude haberlo hecho mejor”, “yo
no sirvo para eso”, “es verdad lo que dicen, soy malo en esto”, “nunca tengo
suerte”, Bla, bla, bla. Etc. También hay muchas evaluaciones positivas, pero el
progreso o nuevos retos, requieren mejoras en todos los comportamientos.
No importa
que opinen los demás, lo que verdaderamente va afectar tu vida o tu conducta,
es lo que tu pienses, es lo que para ti sea una verdad sin dudar de ella.
Un pensante puede
creer que no hay “nada malo” con robar a sus padres, pero ese “nada malo”, es
lo que piensa de él. De hecho, siente que no es malo por quitarles el dinero a sus
padres o no le importa.
Por esa razón
muchos criminales pasan la prueba del “detector de mentiras o polígrafo”. Le
preguntan si ha matado o es un criminal y el siente que no ha hecho nada malo, él
se siente bien consigo mismo. Nadie lo va hacer sentir mal o con remordimientos
por lo que hizo, así sepa que trasgredió leyes, principios o creencias de los
demás, o le muestren los vídeos donde aparece cometiendo los crímenes.
Como puedes
ver, lo que crea la personalidad son las ideas propias, ideas producidas por el
mismo pensante.
Dejemos de hacer
creer a la gente que la causa de sus erradas conductas, son la gente que los
maltrató, o por causa de las circunstancias que se vivieron. Esas respuestas justifican,
pero no solucionan el problema de raíz, por lo tanto, no cura la
irresponsabilidad, por lo tanto, la persona sigue siendo un riesgo para la
sociedad.
Cuando
encuentres la formidable creencia que tienes de ti mismo en toda su magnitud,
mirando del iceberg también el hielo que se esconde por debajo del agua, es un
buen momento para asumir la autoría absoluta de lo que ha sido tu vida hasta este
momento.
Si lo haces,
igual vas a seguir viendo los motivadores que te condujeron, te indujeron o te
obligaron a llegar a esas conclusiones que hiciste de ti. Pero ya no veras esos
motivadores como causa o los responsables, ni quedarás atrapado en esos hechos
pasados rumiando tu rabia o rencor, y restándote libertad para pensar libre en
tiempo presente.
Considero, que
hoy mas que nunca, el pensante honrado necesita de su propia ayuda. Hoy en día,
y los próximos que vienen, mas de un pensante se va a dar cuenta que la
confianza que tenían de sí mismo, no evitó lo que pensaban no les iba a
suceder. Y, por otro lado, su excesiva desconfianza y miedo propició que le
sucediera lo que tanto temía. Y si por casualidad sobrevive indemne, va a
necesitar tratamientos psicológicos o que pasen meses y años para recuperar la
salud mental y espiritual perdida.
Este es un
mundo o una sociedad que se mueve por pensamientos y acciones de más de 7 mil
millones de pensantes, no se puede pretender confianza absoluta de que las
cosas van a suceder como uno quiere o piensa. De ahí, el porque se debe estar
preparado, entrenado para recibir impactos y no quedar traumado. O quedar en
condiciones de no poder levantarse y continuar con la batalla.
Ha sido un
placer. Buen provecho comandando tu vida. Nos vemos pensante.
Autor: Emilio
R. Fernandez Ramos
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