EFECTOS DE QUEDARSE EN CASA


   AL DESCUBIERTO LOS PENSANTES QUE FINGIAN SER FELICES EN SUS CASAS  
   Hola amiga(o) pensante. Espero que no seas de los aburridos, fastidiados, molestos, por tener que mantenerte en casa. La razón de hacerlo es la acción más ética que un pensante puede hacer en este momento donde nos necesitamos los unos a los otros.
  Si eres uno de los que no encuentra como “matar el tiempo”, dedícale tiempo a observar la dificultad que tienes para cambiar tus hábitos. Esto te indicara cuáles son dificultades para manejar tus pensamientos. 
   Como animales de costumbres, así nos trata el sistema. No hace falta que ellos intervengan para que desarrollemos los hábitos. Simplemente nos suenan una campana con un premio cuando te muevas en la dirección que ellos quieren, y con esta recompensa no sentimos triunfadores.
   El asunto es, que llegamos al extremo de habituarnos a hacer cosas estúpidas. Cosas que no dejan ningún provecho, pero que nos sentimos felices de dedicarle una parte de nuestro tiempo de vida.
  El aburrimiento, el fastidio, la incomodidad de permanecer en casa, indica que, en el mundo propio, menos encuentras algo que te interese y al cual puedas ponerle atención y dedicarle algo de tiempo.
    Si ese es el caso, vas en dirección contraria en el camino que llevas para alcanzar la felicidad. Hasta no completar el camino en dirección a ti mismo. Al reencuentro con tu esencia, hay todas las probabilidades de fracasar en la búsqueda de la felicidad, la búsqueda de la paz, del éxito, que se busca fuera de uno o en el mundo de afuera.
  ¿Cuántas cosas te has prometido hacer cuando tuvieras tiempo? …Revisa y has una lista. Incluye esos asuntos que te prometiste reflexionar o analizar con detenimiento y no lo has hecho.
  La actividad pensativa no es solo útil para el presente de un pensante. Tu cuerpo va a envejecer, existe la probabilidad que le pase algo y ya no se pueda usar con normalidad. Hay muchas personas jóvenes en sillas de ruedas, incapacitados por problemas físicos.
  Se dan situaciones como esta causada por el coronavirus, donde para conservar la vida debemos permanecer limitados para movernos.
  Y el pensante que no pueda soportarse a si mismo, el pensante que no soporta estar a solas con el mismo; es un pensante peligroso.
  Es un pensante que no solo se va a poner en peligro, va a poner en peligro a su familia o a todos los que se encuentren con él.
  La desesperación, la intranquilidad, lo va a impulsar a no conservar las previsiones acordadas.
   No sabe qué hacer con el acto de pensar. No le encuentra nada interesante a estar pensando, prefiere dejar que su mente lo lleve a divagar por cualquier cantidad de tonterías hasta quedarse dormido.
  En este momento en todo el planeta andan una gran cantidad de insensatos compulsivos, poniendo en peligro la vida de su familia y justificando sus actos con vanas explicaciones.
   El recurso mas valioso con el que cuenta, o debe contar un pensante es: “con el mismo”. Ya basta de estar contando con los demás mientras se permanece acostado con las manos en la nuca esperando que se resuelva todo.
  Ahora, si todavía andas perdido, preguntándote; ¿Quién eres, de donde vienes y a donde vas?, lo único que te deseo es que tu dios te agarre confesado.
   Un pensante perdido, inconsciente, incapaz de producir una respuesta a esa incertidumbre fundamental acerca de si mismo, es como un niño de 2 añitos, perdido en una ciudad con millones de habitantes y que dependa de el encontrar su casa y a sus padres.
  Los pensantes le dedican todo su interés y esfuerzo en cultivar la personalidad de acuerdo a los estereotipos o modelos que pauta el sistema.
  Están volcados en adornar la imagen que ven de ellos en el espejo. Ellos están allá, ellos se ven allá, ellos son aquello que ven allá. Así quieren ellos conocerse como espíritus, intentando ver su imagen para ver si son bonitos o feos, grandes o pequeños, etc.
    No hay nada mal trabajar con la personalidad, siempre y cuando se permanezca consciente que es una creación temporal y que debe estar bajo nuestro control.
   Por consecuencias del coronavirus y otras atrocidades cometidas por el hombre, la humanidad esta forzada a reacomodarse, a cambiar hábitos. En otra palabra, tiene que adoptar y adaptarse a nuevas formas de ser, de desenvolverse.
   Cuando los cambios son forzados, o se cuenta con poco tiempo para hacerlo, son muchos los pensantes que quedan en el camino. Son muchos a los que la muerte se encarga de desechar.
   Aunque nos diferenciamos de las especies, de los animales y plantas, que el proceso evolutivo va descartando vidas, los pensantes tienen de manera individual su grado propio de resistencia al cambio.
   Aquellos que no pueden lograr cambios sin perder la cordura o sufrir traumas psicológicos, van a sobrevivir, pero porque los demás se van a encargar de llevarlo a cuesta hasta donde se pueda.
   Todos tienen un hogar y el que no lo tiene lo aspira, pero muchos de ellos lo quieren para pernoctar y no lo saben. QUEDATE EN CASA.
  Ha sido un placer. Buen provecho colaborando. Nos vemos pensante.
   Autor: Emilio R. Fernandez Ramos

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