AYUDAS QUE NO SON CONFIABLES
CONOCE DE LO QUE SE TIENE QUE CUIDAR UN ENFERMO Y NO MORIRSE SINTIENDOSE CULPABLE.
Hola
amiga(o) pensante. Familiares y amistades tan pronto se enteran que tenemos problemas
de salud, en lugar de limitarse a recomendar un especialista, se convierten en
expertos y consejeros de lo que se debe de hacer para sanarse.
Lo
primero; el enfermo debe pensar positivo, es decir que se está bien, aunque se
sienta lo contrario. La persona tiene el cuerpo envuelto en llamas y le piden
que no sea tan negativo, que piense que está bien, que el fuego se va a apagar
si lo repite mentalmente una docena de veces.
Sin
embargo, ninguno de estos consejeros, a pesar de haber pasado por experiencias
similares, se ha percatado que cuando se está sufriendo en carne propio,
dolores y malestares, con una expectativa amenazadora por no saber si es una
mortal enfermedad que se está manifestando, reconoce que esos consejos de
positividad no sirven de nada.
Lo
que consiguen es crearle más confusión y hacer sentir mal a la persona, al
sentirse culpable de no poder ser tan positivo como se lo piden.
Para que estos consejos positivos tengan efectos positivos, deben ser
recomendados cuando la persona está libre de cualquier padecimiento. Pero debe
ser respaldado por una clara explicación de cómo funciona el pensante con su
mente hasta que logre un entendimiento del asunto.
Este
hábito de pedirle a las personas que piensen positivo, de la familia y
amistades, es una manera de echarle la culpa a la persona de haberse enfermado.
Otra corriente de familiares y amistades le piden que tenga fe en alguna
divinidad, creencia que esa persona no le ha dado importancia en su vida, pero
este familiar no se da cuenta que está poniendo al enfermo en una difícil
situación. Tener que creer ciegamente en algo que hasta hoy no lo ha creído
así.
Entre pensar positivo y tener fe, que le piden
quienes sabe que lo aprecian y desean que este bien, los enfermos que viven
momentos difíciles por los síntomas que padecen, son zarandeados y puesto en
confusión, cuando lo que necesitan es tranquilidad mental.
Yo
le recomiendo a estos consejeros que, si quieren ayudar, ellos que saben cómo
tener fe, ellos que saben cómo pensar positivo, rueguen y piensen positivo para
que esa persona se sane.
Así funciona mejor. Deben usar su poder si es que lo tienen, para
intervenir por el bienestar de esa persona que tanto aman.
Otro
de los cuidados que debe tener un enfermo, es protegerse de la cantidad de
diagnósticos y de los adivinos que van decirle cual es la causa de sus síntomas
y de paso a recomendarle o a exigirle que se haga X tratamiento.
Mientras
se pueda, hay que acudir al médico. Hay que buscar un diagnostico mediante
pruebas profesionales con la tecnología existente que es confiable.
El
cuerpo físico no es invisible y se le pueden detectar las fallas que esté
teniendo.
Ya
con esta evidencia confiable, sabiendo cual es la falla y en que parte del
cuerpo se encuentra, el pensante tiene un objetivo preciso para enfocar su
intención, y si lo desea puede pedirles a sus consejeros que le echen una mano
de positividad, ruego y oraciones para que los tratamientos funcionen.
Los
tratamientos populares aumentan la incertidumbre y las dudas en la comunidad.
No entienden porque les funcionan a unos pocos y a la mayoría no.
Existen cualquier cantidad de síntomas similares cuyas causas son
completamente diferentes. Existen enfermedades infecciosas que superan la
inmunidad del cuerpo y si no se usan medicamentos el cuerpo lleva toda la de
perder.
Pero esto parece que lo ignoran quienes no resisten hacer un diagnóstico
de suposiciones y recomendar una cura infalible.
Yo que tú, si presentara cualquier síntoma o malestar, pensaría muy
bien, analizaría muy bien mi situación, y si alguna orientación buscaría, sería
para encontrar un especialista que pueda hacer todos los exámenes pertinentes y
saber así, de que se está padeciendo.
He
hablado mucho con personas que han pasado por esta desagradable experiencia de
ver como las personas que saben que los aman, no se dan cuenta que su intento
de ayuda, lo que hace es indisponerlo para encarar el problema.
Ha sido un placer compartir. Buen provecho siendo tu propio consejero,
si te ves acosado por estos expertos en salud. Nos vemos pensante.
Autor:
Emilio R. Fernández Ramos
Correo:
emiliofernandezr@hotmail.com
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