LAS CONDICIONES PSICOLOGICAS DETERMINAN EL ÉXITO O EL FRACASO, LA VIDA O LA MUERTE

 EVADIR LA REALIDAD ES UNA MANERA DE CAMINAR POR UN CAMPO MINADO

  Hola amiga(o) pensante. Es realmente preocupante que muchas personas sean tan tercas, tan exageradas en su optimismo para negarse a ver la realidad, que propician sin querer lo que tanto temen que suceda.  

   Este truco de evasión forzando un optimismo o una normalidad que no se justifica, es parecido a la gente que responde que está bien sin estarlo, pero con la creencia que, si dice que no lo está, no se va a sanar por su pesimismo.

  Esta manera de buscar tranquilidad y aplacar los nervios evadiendo la realidad presente, impide la capacidad para predecir el futuro.

   Las probabilidades de anticipar acontecimientos que ya se ven venir, estas personas que se niegan a ver no las ven, y no se preparan para evitar males mayores en caso de que suceda.

   Ya muchos de los que están menos afectados por la pandemia y las consecuencias que está produciendo, sumándole las malas políticas de los gobiernos, se han acomodado en su particular zona de confort, y miran al resto del mundo como si fuera un mundo ajeno al que ellos viven.

   Pero no hay manera de desligarse de la globalización de la pandemia y dejarle a cada país o a cada familia, o a cada individuo su problema.

  Mucho menos nadie se puede desligar de la globalización de la economía para no verse afectado por la paralización de la productividad a nivel mundial y las malas políticas económicas de los gobiernos.

  Las cortinas de humos son un artilugio muy usado por los políticos y otros tipos de líderes que representan grandes intereses económicos para desviar la atención cuando se quiere ocultar una fechoría.

   Ya la economía mundial venía siendo carcomida por una serie de ratas financieras y las malas políticas de muchos gobiernos, y ya se encontraba en proceso de derrumbe, pero les vino la pandemia como anillo al dedo.

   La cortina de humo perfecta para echarle la culpa de la debacle económica que ellos provocaron. Por ejemplo: el gobierno de Venezuela está de fiesta, por un lado, la falta de inteligencia del imperio, (USA) para usar su poder para influir en un cambio de régimen sin el uso de la guerra, y la pandemia que se extiende, le crearon un humo tan espeso, que son tan inocentes de la destrucción de la economía, que vamos a pedir al papa que los santifique a todos. 

  Tampoco la pandemia es la causa del derrumbe psicológico que pueda sufrir cualquier persona. La responsabilidad del pensante consigo mismo está por encima de cualquier cosa.

  No hay excusa para una persona que solo piense en sus intereses o que pierda el control y cometa disparates, cuando le caiga encima el balde de agua.

  A nivel de sociedad todos debemos poner de nuestra parte un valor positivo y la mejor forma de hacerlo es estar bien de salud física, y mental.

   Pera esa salud no viene sola. Hay que cuidarse, hay que prevenir, hay que fortalecerse por si las cosas empeoran.

  Nos cuidamos y debemos cuidar a los demás no siendo un peligro para ellos. O un portador de negatividad con el comportamiento o la manera de pensar.

   Imaginen un hogar donde no haya un adulto cuerdo, fuerte, corajudo, que mantenga el temple y la serenidad si a uno de ellos lo toca el virus o no tienen recursos para comer adecuadamente, se matan entre ellos.

   Ya es un hecho, la violencia doméstica se ha incrementado y ha llegado al crimen con más frecuencia. Las personas están más susceptibles a la pérdida del control y la violencia es el recurso que usa el que pierde el control de la actividad pensativa.

  Observar la realidad presente y evaluar las probabilidades futuras no significa que la persona tenga que volverse neurótica, al punto que no pueda dormir por lo que piensa puede ocurrir en el futuro. La idea es prevenir, y sobre todo, cuidando las condiciones psicológicas ya que eso es lo que separa a una persona de la vida o la muerte, del éxito o del fracaso.

  El autocontrol no lo venden en la farmacia ni se consigue metiendo la cabeza en la arena como hace el avestruz cuando se ve amenazado.

   Aprende a controlarte, aprende a calmarte, a serenarte, a mantener la tranquilidad frente situaciones impactantes. Aprender hacerlo antes de caer al remolino sería lo ideal, pero nunca es tarde, ya te he explicado cómo hacerlo sin importar en las condiciones que te encuentres en este momento.  

   No sueñes con el éxito que vas a lograr o que has logrado, la tarima se puede derrumbar en cualquier momento. Y esa tarima eres tú.

  Ha sido un placer. Bien provecho cuidando tus condiciones psicológicas. Nos vemos pensante.

  Autor: Emilio R. Fernández Ramos

  Correo: emiliofernandezr@hotmail.com   

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