IMPORTANCIA DE LA SALUD MENTAL
RAZONES POR LA CUAL NO PUEDES HACER ALGO POR TU SALUD MENTAL
Hola amiga(o) pensante. Tener salud mental, es
un sueño que muy pocos pueden lograr, por no saber “cómo se come eso”.
La sociedad considera de vital importancia;
mantener salud mental, pero las pensantes “de a pie”, la gente común y
profesional que prefirió estudiar otra carrera que no fuera psicología o
psiquiatría, y ahora en primer lugar neurología, no saben qué hacer con su
salud mental.
Ya
se ha arraigado la falsa idea de que es un tema para expertos profesionales en
las especialidades antes mencionadas. A los pensantes que le han implantado la
idea, ni siquiera se atreven a intentar poner orden en su mente.
Sería de mucho beneficio, saber si todos esos profesionales expertos en
la materia, gozan de salud mental. Se supone que son pensantes con auto
suficiencia psicológica.
Pero resulta que se especializaron en uno de los tantos roles que debe
desempeñar cualquier persona en su vida. Y, solo sabe de psicología infantil,
otros de relación de parejas, otros expertos en estrés o algunos de los tantos
estados negativos en que puede caer un pensante.
Ya
hemos hablado de los cerebros pensantes. Personas que se consideran muy
espiritualistas, pero le rinden culto al cerebro. Un órgano del cuerpo del cual
la ciencia reconoce que le falta mucho camino que recorrer para comprender el
complejo sistema.
Es
decir, si los científicos reconocen su ignorancia; cómo va a poder un pensante
cualquiera, lograr tener salud mental o salud cerebral, en estos casos.
Las
redes se prestan para que cualquiera se vuelva un consejero psicológico. Reglas,
normas, secretos, y todo tipo de recomendaciones de lo que las personas deben
hacer para curarse o evitar alguna falla en su salud mental.
Hasta los más reconocidos maestros cuyas barbas blancas le llegan al
ombligo, sentados en posición de loto, al final terminan insistiendo que toda
esa sabiduría se logra gracias al cerebro. No sé si se dan cuenta de lo que dicen, pero
si les prestan atención, pueden observar que lo sugieren o lo dicen
directamente.
Hablar
del poder mental confunde a muchos, ya que ellos mismos como pensantes no se
reconocen ningún poder. El poder mental, es como decir cuántos caballos de
fuerza tiene el motor de tu carro.
Si
quieres que tenga mayor poder, tienes que aumentarle los caballos de fuerza a
ese motor. Tú se lo aumentas y tú lo conduces. El carro o el motor por sí solo
no hace nada.
Hoy en día existen los vehículos que no necesitan chófer, pero esos también
los crearon los pensantes.
Es
mucho más sencillo mantener la salud mental que evitar o curar una enfermedad
física. El cuerpo si necesita de profesionales especializados, avanzados
equipos médicos y medicina.
En
cambio, el pensante nace con esa facultad de pensar. Produce los contenidos de
las ideas que lo programan para ser quien es y como es. Esta significación que
produce hacen su personalidad, hacen su psiquis.
Desde que se nace el pensante es un poderoso psíquico.
Usando ese poder se convierte en quien quiere ser, y por ignorancia en quien no
quiere ser.
La
inconsciencia que se pueda padecer, es producto de la inconsciencia que padece
el pensante en el momento que produce los contenidos de sus ideas o
pensamientos.
Estos significados hechos en estado de alteración o descontrol del acto
de pensar, no se recuerdan como no se recuerdan muchos de los pensamientos
producidos bajo una borrachera o drogado. Estos necesitan que otros le cuenten
que dijo o que hizo para hacer conclusiones de su comportamiento.
De
igual manera, casi todos los pensantes que se ven obligados a recibir terapias psicológicas,
necesitan que otros les interprete y evalúe por ellos los hechos, ya que se
supone son los que saben cómo vivir la vida.
El
camino a la salud mental está obstruido por las dificultades que la sociedad ha
venido amontonando como datos verdaderos, que el pensante se siente un inútil o
está incapacitado para curarse o mantener salud mental.
Si
ya sabes algunas de las razones principales por la cual te sientes impotente
para controlar tu psiquis; prueba con ejercitar el control del acto de pensar o
a recuperarlo en el menor tiempo posible cuando pierdes el control.
Mientras
menos tiempo permanezcas descontrolado, mucho mejor estará la salud mental.
Imagina como seria tu salud, si pudieras tener control absoluto de la actividad
pensativa.
Ha sido
un placer. Buen provecho con tu salud mental. Nos vemos pensante.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
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