LOS HIJOS Y LAS IDEAS

 


  LOS HIJOS PUEDEN DARTE MALA VIDA, LAS IDEAS TAMBIÉN. OBSERVA LAS SIMLITUDES Y DIFERENCIAS

 Hola amiga(o) pensante. Las ideas son como lo hijos, tú las pares y las crías hasta que llegan a ser independientes. Se automatizan mediante el uso de la mente y de acuerdo a su carácter y personalidad, a veces no puedes ni mirarlas porque te salen con una patada.

  En el contenido, significado o esencia de la idea se encuentra su personalidad. Y no es idéntica a otra, pueden relacionarse u oponerse, pero todas las consecuencias de sus dictados caen en aquel que las pensó.

   Y no tiene a donde correr para tratar de evadir sus efectos si son negativos. Cuando un hijo sale siendo un delincuente, así la madre o el padre no conviva con ellos, el sufrimiento de igual manera los tortura.

  Hay padres cuyos hijos todavía están bajo su potestad, que se niegan a ver la realidad, o ver los comportamientos que sabe no son correctos y pierden la oportunidad de que ese niño pensante, no quede atrapado en esas malas ideas.

   Las ideas de igual manera son más fáciles y sencillo cambiar su personalidad cuando todavía no se han convertido en piezas fundamentales, o automatizado su aplicación.

   Pero existe una gran diferencia con los hijos, un hijo no se puede descartar o reemplazar, en cambio una idea puede ser sustituida por otra.

  Algunos creen que las ideas se pueden borrar como cuando desapareces una palabra. Eso no sucede, lo que ocurre es un reemplazo.

  Te explico; antes creías que los niños los traía la cigüeña, hoy ya sabes la verdad. Pero esa equivocada idea, se conserva como un recuerdo y hasta se le puede dar otro uso.

  Así que no traten de borrar ideas creyendo que van a desaparecer de su mente, pudiendo reemplazarla por otra que más les convenga.

  Lo cierto es, que no se puede reemplazar una idea, si antes no se examina, y para examinarla hay que encontrarla en los vericuetos de la mente. Esa es la razón de las terapias, ayudar al pensante a que encuentre o haga consciente esa mala idea, la analice y decida la nueva idea que quiere utilizar.

  Todo comportamiento, conducta, manera de ser o de actuar es producto de ideas. Ideas que produce el pensante, no importa los motivos o las causas por las cuales pensó de esa manera, son sus hijos.

  Son sus creaciones y nadie puede romper el lazo que existe con ellos. Esa es la razón por la cual echar culpas, no soluciona absolutamente nada. “Soy así, por esto, por lo otro, por aquello”; pues así se va a quedar toda la vida.

  La responsabilidad es intransferible, no importa que se use la expresión: “puse mi caso en manos del doctor o del creador”.

  ¿Cómo que del creador no? Me explico; el hecho de que alguien diga eso, no significa que no va a seguir las instrucciones del médico, o hacer todas las diligencias que tenga que hacer para recobrar la salud.

  En el aspecto psicológico, sin el entendimiento y la decisión de la persona, se puede tener la certeza que nada va a cambiar en ella, sin su consentimiento.

  La lucha o el esfuerzo de las personas para cambiar actitudes, conductas, o desarrollar una nueva, es una prueba de lo enraizadas que están las ideas que sustentan esos comportamientos.

  Por ejemplo; quiere dejar el cigarrillo y tiene que masticar chicles con sabor a nicotina para engañar el cuerpo, pero en su mente quien manda es la idea que sostiene el vicio. Hasta que no tenga dominio de esas ideas, no las podrá reemplazar.

  Para entenderlo mejor, vamos a llegar al fundamento de este asunto y de todo aquello que atañe la personalidad. El pensante es la clave.

  El pensante lleva a cabo el acto de pensar; esta es la manera de producir pensamientos o ideas. Los frutos que produce esa mata salen enfermos, de muy poca calidad. ¿Qué hace el agricultor?

  ¿Será que agarra los frutos y trata de convencerlos u obligarlos que dejen de ser malos, o será que se dedica a examinar la mata y darle los nutrientes necesarios para que produzca mejores frutos?  

  Ustedes saben la respuesta correcta, pero no entiendo como muchas personas ponen todos sus esfuerzos en las ideas, (que es el fruto) y no en la actividad pensativa que es la manera como él produce ideas.

  Siguiendo con las similitudes de los hijos y las ideas, hay personas que planifican tener el hijo, y hay quienes van por ahí y se lanzan a una aventura y paren.

  Con las ideas sucede igual; pero en ninguno de los dos casos hay garantías de que será un buen hijo o una buena idea.

  ¿Cómo se puede saber si lo es o no? Con sus primeros actos, en las acciones iniciales. Si esa idea no funciona como se esperaba, llegó el momento de revisar. Y si ese hijo comienza a dar malos pasos, llegó el momento de proceder. Para mañana puede ser muy tarde.

  Para que no sea tarde para nadie, y para aquellos que su personalidad no es como desea, están a tiempo de dedicarse a lograr tener el control del acto de pensar.

  Casi todas las ideas o decisiones hechas por una persona que ha perdido el control, tienen un grado de irracionalidad que les va a pasar factura.

  Esas decisiones hechas estando enojado, deprimido, estresado, abatido, borracho, etc. con seguridad si sigues vivo es de milagro.

  Ahí les dejo esa perla para que la reflexionen. Ha sido un placer. Buen provecho con tu control del acto de pensar. Nos vemos pensante.

  Autor: Emilio R. Fernández Ramos 

   

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