LA OSCURA OSCURIDAD

  


POEMA

La oscuridad no pudo esconder su rostro de malicia cuando se me acercaba.

Sentí un terrible pálpito y quise correr, pero ya estaba rodeado por la oscura oscuridad. La impenetrable tiniebla mostró sus blancos y puntiagudos colmillos y como pequeños faros me permitieron ver su garganta. Suficiente espacio para ser tragado hasta sin masticar. Recordé mis piernas y les pedí por favor que se movieran, y para mi sorpresa habían desaparecido. Tantee buscando dolor, ¿no es posible que las haya perdido sin sentir nada?  Apresurado llevé las manos para comprobar, y ni el vacío pude sentir. Presintiendo algo peor, con rapidez intente juntar mis manos. ¿Cuáles manos? No tenía brazos. Y envuelto en esa impenetrable oscuridad no podía verme, y de paso no podía sentirme. Como último recurso empecé a gritar en un intento de oírme, y no supe si era que también había perdido la cabeza. ¿Cómo puedo estar consciente si no existo? La oscuridad se ha comido mi cuerpo y ni siquiera sentí dolor. ¡Estoy muerto! Me sorprendió el pensamiento cuando lo pensé. Pero sigo vivo por que estoy consciente de mi existencia… Con la muerte he recuperado mi verdadera vida. Gratitud infinita al Supremo Creador.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos  

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