LA VIDA ES BONITA, PARA UNOS POCOS
¿LA CAUSA? NO SE VIVE DE CUALQUIER MANERA.
Hola amiga(o)
pensante. Con el cuerpo y la mente el ser humano puede realizar muchas actividades.
Con el cuerpo; caminar, hablar, sentarse, estar del pie, levantar pesos, etc. Y
con la mente, pensar.
Todas estas
acciones físicas y mentales han necesitado ser estudiadas en vista de que la manera
en que están siendo realizadas producen problemas físicos y mentales.
Ya existen muchas
especialidades médicas para enseñar a las personas a caminar de la manera
correcta, sentarse, estar de pie, levantar objetos, hablar, respirar, posición
para dormir, etc, etc…
Y con la actividad
pensativa, al parecer son muy pocos los que lo están haciendo de la manera
correcta. Pruebas hay suficientes. Usted mismo puede observar lo que está
sucediendo con sus pensamientos y emociones. Puede ver si puede poner orden cuando
lo desee en la actividad mental y pensativa.
¿Es usted quien
conduce su mente o es ella la que se conduce a sí misma?
Intenten callarla,
intenten mantenerse concentrados, intenten calmarse o dejar de estar nerviosos,
atemorizados, angustiados, deprimidos, etc. Si no pueden hacerlo, la manera en
que han estado ejecutando el acto de pensar y usando las facultades mentales;
como recordar e imaginar; significa que no ha sido de la manera correcta.
El conductor de la
mente nunca debe dejar de mantener el control de todo la que hace su mente;
bien sea que sean actos automáticos o decididos por el pensante.
La mente cumple funciones
automáticas, es decir, no hace falta que el pensante la dirija. Como por
ejemplo el acto de reconocimiento. Una persona mientras está estudiando, se
está desplazando o viajando, la mente le está prestando el servicio para que
haga consciencia de lo que percibe y por donde se moviliza.
El acto de
reconocimiento de la mente se efectúa RECORDANDO o procesando toda la
información o data que tiene acumulada. En esta acción automática el pensante
no tiene inconveniente, pero cuando no puede parar de recordar, recordar se
convierte en un martirio.
El cuerpo por su
parte cumple todas las funciones vitales sin necesidad de dirección del
pensante. Solo necesita cuidado y un buen abastecimiento de combustible. Y son
en estas responsabilidades del pensante donde también mete la pata, no lo hace,
o lo hace mal.
“A donde van a ir
con esa pata hinchada” (dicho popular por estos lares). Con esas malas maneras
de conducir, las probabilidades de enfermarse, tener accidentes, o arruinar la
vida psicológica, son mayores.
Cada día que se
pase sin corregir las fallas en la conducción, la mente se sigue empoderando y haciéndose
más fuerte o resistente. O visto de otro modo, el pensante se vuelve más
impotente ante ella. Y con el cuerpo, esa mala postura le va doblando la columna
vertebral cada día más.
“La vida es muy bonita.”
“Es maravillosa”. Pero no para los perezosos, los indolentes, los indiferentes,
los no me importa o los de: “algún día lo hago, o mañana”.
Esta belleza y
maravilla de la vida, es cierto para todos. Todos recuerdan su infancia; todos
han vivido momentos que sintieron que la vida era maravillosa. Pero se les hace
imposible lograr que la mayoría de sus momentos no estén cargados de
sufrimiento, de insatisfacción, tristeza, desencanto, etc.
Mientras más viven,
más fea y horrible se vuelve la vida. Pero la vida de ellos. No la tuya.
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