¿ESTÁS DISPUESTO A HACER CAMBIOS EN TU VIDA?

LA RESISTENCIA AL CAMBIO QUE SE HACE DE MANERA INADVERTIDA ES LA BARRERA

Hola amiga(o) pensante. Espero que no hayas llegado al punto de considerar que ya diste lo mejor de ti.  Sobre todo, si en tu mundo interior no estás gestionando con eficiencia tus pensamientos, emociones, y energías vitales.

Quien consideras que eres, hasta este momento de tu vida, es una personalidad que aún está y estará siempre en proceso de transformación. Los cambios sucederán en contra o a favor, pero no te quedaras estático.

Resistirse al cambio es ir contra todas las fuerzas del universo. Lamentablemente muchos no están conscientes que eso es lo que están haciendo.  

El desgaste físico y psicológico se acentúa cuando la persona da por concluida cualquier aspecto de su personalidad. Ya sabe lo que tenía que saber, ya entiende lo que tenía que entender, ya es como tenía que ser, ya llegó al límite, etc, etc. Y para colmo, cuando llega a cierta edad avanzada, concluye que ya vivió las experiencias que tenía que vivir. Blandean con orgullo ser los mismos de siempre.

Estas personas son muertos  vivos, o zombis esperando para que los entierren.

En el universo nada se repite de la misma manera, no hay un grano de arena igual a otro, un copo de nieve o un hecho igual a otro. Pero con frecuencia concluimos, que todo es igual; los días, los mese, los años, etc. y en función de esa conclusión usamos nuestras energías emocionales y vitales para desenvolvernos.

Pero por otro lado se vive con esfuerzos en los deseos de hacer cambios favorables, avanzar y progresar, pero con el freno de mano y el de pie hundido, al considerar que eres el mismo de ayer, de antier, o de hace tiempo atrás.

Nunca eres el mismo psicológicamente, ni siquiera físicamente, pero el comportamiento se efectúa como si se fuera el mismo.

No se deja margen para observar lo nuevo, o lo diferente de una cosa con otra o de una situación con otra. El fastidio o el aburrimiento son señales de estar viendo la vida como una repetición.

De manera inadvertida se está llevando la contraria a la naturaleza, o nadando contra la corriente.

Llevarle la contraria a la naturaleza es llevarle la contraria a Dios, al Creador o a la Causa que dio pie a esta existencia universal.  

Hay que conducir la vida de una manera consciente. Una apreciada amiga usa la palabra “fluir”. Entonces, fluye, pero para fluir debes soltar los amarres y tomar el timón de tu vida. 

Pero no es fácil para quien ha hecho muchas metidas de patas, malos entendidos, malos hábitos, y no se puede retomar el control de la vida, sin recuperar el dominio de la actividad pensativa en general.

Lo que muchos ven como si fuera castigo de Dios, no es más que están llevándole la contraria al fluir de la vida en este universo.

Empieza por observar los efectos de tus pensamientos, o manera de pensar, en ti. ¿Te gustan o te agrada lo que estás experimentando?

¿No?... Entonces vas contra la corriente.

En esos momentos que te sientes alegre, tan liviano que sientes que fluyes con el viento, ha sucedido que en esos momentos no hay resistencias que provengan de tu mundo interior, al fluir natural de la vida.

No necesitas lubricantes si tus pensamientos son coherentes entre sí, y se sincronizan con el fluir de la vida.

Autor. Emilio R. Fernández Ramos