SIN CONOCIMIENTO NO HAY CONTROL
LO QUE NO SABÍAS DE LAS EMOCIONES PARA PODER CONTROLARLAS.
Hola amiga(o) pensante. “Controla tus
emociones”. Esta es la recomendación más popular que tienen a la mano todos
aquellos que se quieren ayudar o ayudar a otro que tenga problemas con su
estado mental o psicológico.
Hay una regla o un factor determinante que
debe ser considerado para que un pensante se haga del control de una acción.
“El conocimiento”.
Haz la prueba, trata de controlar algo que
no entiendas o que no conozcas. Si lo intentas te puedes volar una mano, perder
un ojo, o perder hasta la vida.
Si no puedes controlar las emociones, el
conocimiento que crees tener, o no es el correcto o está incompleto.
Por
los fracasos, el pensante llega a concluir que no tiene el poder para controlar
sus emociones. Y se queda como un inútil, creyéndose inferior a los demás.
Haz la prueba. Convéncete por tu propia
observación. Si lo haces, nunca mas te vas a considerar un impotente, un
incapaz, mediocre o inútil.
Y no lo vas hacer, porque ya sabes la
causa, la razón del porque no puedes controlar algo. Y ni idiota que fueras te
vas a invalidar, sabiendo que lo que necesitas es conocimiento, información,
datos, o eliminar esas creencias falsas y usar las correctas.
Eso está pasando con el descontrol de tus
emociones. Eso está pasando con el descontrol del acto de pensar. Una persona
con algo de criterio no se atrevería llevar a su familia en un carro, con un
par de lecciones de manejo.
El pensante que está de acuerdo con este
principio, sabe lo que tiene que hacer. Así que te recomiendo que pongas lo que
sabes acerca del control de las emociones en remojo o en cuarentena, mientras
estudias otros puntos de vistas.
Por ejemplo. Examina este dato. El cuerpo es
un organismo que evolucionó durante millones de años. Tiene una memoria
genética con programas para la supervivencia. Lo que esa mente cuántica
genética sabe y controla, en gran medida puedes vivir sin saberlo.
Los comportamientos emocionales son oriundos
de esta vida genética. Por ejemplo, el miedo lo puedes ver en todos los
animales, la alegría, la tristeza, la apatía cuando la muerte los está
venciendo.
Los pensantes producimos esos mismos
comportamientos de energía con variantes de todo tipo. Observa esto, para que
lo veas mejor.
Tú y tu cuerpo son sorprendidos por un
tigre, aparece el miedo. Lo que llamamos miedo, en el organismo es una serie de
reacciones fisiológicas y químicas que son las adecuadas de acuerdo al programa
evolutivo para salvarse de ser comido por un tigre.
Si tu cuerpo estuviera libre de ti, y media
hora después está a salvo sentado en un restaurant comiendo. Todos esos
elementos químicos que produjo para salvarse del tigre; la emoción de miedo, ya
no existe.
Pero tu como pensante si estás en miedo, y
pasas todo el día presintiendo tigres por todas partes; te acuestas y te
levantas viendo tigres, pensando que te va a comer un tigre, y pasas una semana
en ese estado de miedo, tu organismo va a estar toda esa semana produciendo la
reacción físico-química para miedo. Para una amenaza irreal que solo está
siendo producida por el pensante.
Si observaste, te puedes dar cuenta que la
emoción que no controlas es la tuya. Y la tuya es producto de tus pensamientos.
Y tus pensamientos los produces en una acción que hemos llamado, “actividad
pensativa”.
¿Quieres controlar tus emociones? En primer
lugar las emociones que vas a controlar son las tuyas. Estas emociones son un
efecto, no son causa.
La siguiente causa que te vas a encontrar,
son los pensamientos, y vas a querer controlar los pensamientos, para no tener
esos estados emocionales negativos. Esto es lo que hacen muchos, los mas
avanzados en el conocimiento de las emociones. Pero el descontrol sigue o les
lleva toda la vida de práctica y nunca logran un nivel de control estable.
Los
pensamientos no son la causa directa, hay un amigo pensante que ejecuta el acto
de producir pensamientos. A este carajo es al que hay que meter preso, por
estar culpando a las emociones y a sus pensamientos de darle mala vida.
Recuerda que estás de acuerdo que sin
conocimiento, o conocimiento falso o incompleto no hay control.
¿Quién ejecuta el acto de pensar, el
pensante o ser espiritual, o el cerebro? Cual de estos dos usas como
conocimiento para responder la pregunta.
Si crees que es el cerebro, has una carrera
universitaria, especialízate en neurología y únete a esos científicos que se
están quemando la pestaña para entender todo lo que puede hacer el cerebro, y
espera unos siglos más para poder tener el conocimiento completo y poder
controlar las emociones.
Si crees que es la mente, viéndola como algo
distinto al cerebro, únete a los físicos cuánticos que han llegado a un nivel
más avanzado para explicar como un procesador natural puede llevar a cabo esa
infinidad de complejos procesos que nos hacen ser seres especiales.
Por ese camino no sueñes con lograr el
control de tus emociones en esta vida.
Solo quedas tú, el pensante. Tienes en tus
manos decidir si tienes un espíritu o eres un espíritu. No solo es cuestión de
cambiar de decisión, tú y yo sabemos que los hechos dicen más que cualquier
compendio de palabras bonitas.
Muchas personas dicen o creen tener una
nueva idea o creencia, pero en su inconsciente sigue dominando su creencia
anterior. Se les ve en el comportamiento y la contradicción en su forma de
razonar o plantear puntos de vistas.
Hazte estas preguntas. ¿Te sientes un
espíritu?, ¿actúas como un espíritu?, ¿ves la vida como un espíritu? ¿piensas,
analizas o reflexionas como un espíritu? Para saber estas respuestas tienes que
observarte durante un tiempo, porque son los hechos los que te demostraran que
no caminas de lado como los cangrejos.
El
acto de pensar es la acción. Cuando quieres hacer correcciones en ti o en otra
persona, corriges la acción. En los deportistas, artistas y muchas actividades
hay expertos corrigiendo la acción para mejorar la calidad de esa persona al
ejecutar esa acción.
El problema que tenemos nosotros los
pensantes es que esa acción de pensar solo la podemos corregir nosotros mismos.
Debemos observarnos nosotros mismos, y esto de que mono no se ve su rabo, hace
peso a la hora de la autocorrección.
En el artículo pasado vimos como abordar
ciertos traumas, y no hay traumas sin un impacto emocional. Sin una pérdida de
control emocional, de pensamientos y del acto de pensar.
Cuando corrijas, o cuando quieras eliminar esa
carga negativa de tu pasado, no te puedes conformar con revivir las emociones o
dolores que sufriste. La limpieza de carga negativa se hace permanente si
llegas a tus pensamientos. Si llegas al acto de pensar. Al momento que
concebiste la idea y tomaste la decisión.
Eso es asumir responsabilidad, de esta
manera ya estás libre para cambiar de ideas, para decidir por iniciativa propia
el nuevo rumbo que le vas a dar a tu vida.
Sin conocimiento no hay control. No
inventes, ni te esfuerces en lograr lo imposible actuando de otra manera.
Ha sido un placer compartir. Buen provecho
con tu control. Nos vemos pensante.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
Correo: emiliofernandezr@hotmail.com
Comentarios
Publicar un comentario