DEMUESTRA TU PODER EN TU MUNDO INTERIOR

 SOLUCIONES ERRADAS CAUSAN EL EFECTO CONTRARIO A LO QUE SE QUIERE LOGRAR

   Hola amiga(o) pensante. El poder de un pensante no depende de su dinero, de las técnicas de defensa personal, por la profesión o por los cargos que ejerzan en la sociedad.

   Todos llegan a esos niveles por su capacidad pensativa. Podemos decir que es por su inteligencia, pero la inteligencia no se manifiesta si el que ejecuta el acto de pensar es un deficiente pensador.

  Por fortuna, los pensantes casi todos tienen un aspecto o rol en la vida, en la cual se sienten y se mueven como pez en el agua. No tienen dificultades para pensar cuando se trata de ese asunto, así el resto de su vida sea un desastre.

   Por esa razón se observa el desequilibrio que padecen personas exitosas. Muestran debilidades que para el común de las personas que eso le suceda, es incomprensible. Pero esto le sucede a todo pensante, tienen roles en su vida en los cuales se desempeñan tan mal que siempre vive con problemas producto de esa manera de ser.

   El poder de un pensante depende de su desempeño como pensador. Esto no es nada nuevo, siempre se ha reconocido que la diferencia del hombre con los demás seres vivos es su capacidad para pensar.

   La humanidad está donde está y como está, producto de la actividad pensativa de sus integrantes.

   Además cada pensante tiene el poder de afectarse a sí mismo. De hecho, es el resultado de lo que piensa. Su salud física y mental está directamente relacionada con los pensamientos que produce.

   La experiencia es una forma de aprendizaje, tanto en el desenvolvimiento en el ambiente y la sociedad, como en la manera de construir nuestra personalidad o el mundo propio.

   Es en este mundo propio donde las experiencias tienden a acondicionar al pensador; ya que los efectos se está obligado a sentirlos y a veces duelen mucho.  

   Es frecuente que los pensantes cada vez que usan su poder psíquico, se lesionan a sí mismo, y la forma más segura que encuentran para no seguir haciéndose daño, es dejar de usar su poder. Cada vez que usa el martillo se aporrea un dedo, ¿decisión? No usar más el martillo.

  Ya vemos por ahí cantidades de pensantes tratando de no pensar. No quieren pensar negativo, y mientras más se esfuerzan para no hacerlo, con más negatividad piensan. Una solución errada, pero de manera instintiva eso es lo que hacen los pensantes.

   Usan la misma solución que usan en su accionar con su entorno. No monta más a caballo, porque cada vez que lo hace se cae y se golpea.

   Hace unas décadas atrás, los pensantes no sabían que se causaban problemas de salud física con su modo de pensar. La ciencia les demostró que sus pensamientos tienen un nivel elevadísimo de causalidad de sus enfermedades físicas y mentales.

    De inmediato comenzaron los programas para instruir a estos pensantes en modos o maneras de evitar hacerse daños a sí mismos. En vista de los pocos resultados que se han obtenidos con métodos como: pensar positivo, repetir mantras, y adoptar hábitos acerca de maneras de pensar diferentes a como lo hacen, parar de pensar negativo, etc; los pensantes tienen la última opción, que es negarse a usar su poder psíquico, o encontrar la manera de quitarse de encima ese poder.

    En lugar de una bendición, el poder psíquico se les ha convertido en una maldición. Está enfermo por su culpa, por estar pensando lo que no debe, y no sabe como evitar hacerse daño.

   El pensante cae en esta actitud o comportamiento sin darse cuenta. Mantiene un sentimiento de que su pensar le hace daño. Así que sueña con encontrar la manera de no pensar.

   Pero… este pensante tiene aspiraciones en su desenvolvimiento social. Sueña con lograr metas, tener éxito y prosperidad. Y no se da cuenta que por otro lado se está negando a pensar.  

   El pensante que reflexione este asunto, se va a dar cuenta que se están cometiendo errores al buscar soluciones para evitar causar problemas de salud. El poder psíquico es natural en todo pensante, pero el hecho de que sea natural no significa que las municiones que se usen sean las que convienen usar para no hacerse daño uno mismo.

   Para que se entienda mejor; el poder psíquico es el poder de pensar (valga la redundancia) que tiene un pensante. No de no pensar. Cuando empieza a negarse a pensar algunos temas o asuntos porque considera malo, o negativo hacerlo, se está limitando su poder.

    Pensar es un acto natural, pero cada pensante tiene la libertad para escoger el contenido de sus pensamientos. Este debe ser el enfoque del sistema educativo; proveer a los pensantes de información útil, práctica, para que el pensante use en su acto de pensar.

    Debido a que el acto de pensar es indetenible, el control que se pueda tener recae en el operador, en el que produce y selecciona ideas, el que escoge los pensamientos de manera voluntaria o se ve obligado a producir contenidos o pensamientos en contra de su voluntad.

   El control del acto de pensar es en quien ejecuta el acto. A quien hay que atender es al pensante. Pero como lo he dicho en otras ocasiones, para que esto sea válido el pensante debe tener consciencia de sí mismo y reconocerse como el que ejecuta el acto de pensar. Si tiene alguna duda u otra creencia, imposible de hacer correcciones.

   La paz y armonía interior en la vida de un pensante, es la prueba que se debe considerar para calificar la utilidad de un pensante a la sociedad.

   El desastre social y ambiental que está ocurriendo, solo se puede corregir, si se corrigen de manera individual, la mayoría de los pensantes que integran la sociedad, para que puedan imponer u obligar a los renuentes a que obedezcan las nuevas reglas del juego.

  El poder psíquico es el poder que tiene un pensante para desarrollar un mundo interior del cual esté satisfecho. Gran parte de esa experiencia es el resultado de procesar todo lo que suceda y nos viene del mundo exterior con el cual nos relacionamos.

    En el mundo exterior se está reflejando lo que está sucediendo en los mundos interiores de la mayoría de los pensantes. Si seguimos corrigiendo fuera de nosotros, seguiremos cada día de mal en peor.

   Ha sido un placer. Buen provecho llevando paz a tu mundo. No vemos pensante.

    Autor: Emilio R. Fernández Ramos

    Correo: emiliofernandezr@hotmail.com  

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