EL TEMOR DE LOS GOBERNANTES

LOS REPORTES DE MUERTOS E INFECTADOS POR EL CORONAVIRUS NO ESTÁN AYUDANDO A NADIE. CONSEJOS VALIOSOS PARA EL PUEBLO QUE ATIENDE A SUS PROPIOS ENFERMOS

   Hola amiga(o) pensante. El pueblo no es tan tonto como piensan los que se quieren aprovechar viéndolos como ignorantes. En este momento como efecto de la pandemia, han ocurrido más muertos en aquellos que se han diagnosticado positivo, aislados y sometidos a los tratamientos que cada gobierno está autorizando, que en la cantidad de población contaminada no diagnosticada oficialmente. Y que a pesar de tener todos los síntomas, se queda en su casa haciéndose remedios caseros y tomándose los ya tradicionales medicamentos usados para la fiebre y otros malestares.

  Estoy convencido que los gobiernos llegaron al punto de terror de hacer pruebas para detectar el coronavirus. El contagio se ha generalizado, y las cantidades de personas infectadas va a hacer reventar los gráficos de análisis que tanto les gusta mostrar para que se vea como la curva está siendo controlada.

   Las muertes ocurren, tanto en los que ya están en las estadísticas de los gobiernos como contagiados, y en la población que guarda silencio y se las arregla como pueda para curarse. Pero sigue siendo cierto, hay más muertos en los hospitales o clínicas, que en la población que se ha quedado en su casa bebiendo infusiones, té o hierbas, y siguiendo recomendaciones caseras.

   No voy a especular a que se debe esta diferencia, pero sería interesante que las autoridades le echen un ojo al asunto. Lo que si puedo decir, que el efecto psicológico de presentir, o sentir síntomas que hacen suponer que se está infectado del coronavirus, genera miedo en cualquier persona.

   Ahora, no sé si cuando los tienen aislados y sometidos a la custodia de la policía como si fueran el mismo virus, en una posición donde la alternativa de la muerte resalta por estar siendo tratado como un peligro con el cual no se le puede ni hablar, influya en recibir mayor estrés o presión psicológica, y este estado mental hace peso en su recuperación y hasta en los efectos de los tratamientos que reciben.

   Pero eso es una opinión de un detalle donde puede haber muchos otros de mayor valor para ser tomados en cuenta.

    Entiendo que las cifras que se tienen que reportar diariamente son las que determinan las conductas de los gobernantes. Y entiendo que hay que tenerle miedo a las cifras que se tienen que reportar.

    Pero el pueblo no está ciego, hace unos meses atrás, dudaba de la existencia o de la letalidad del coronavirus. Pero hoy conoce a las víctimas; vecinos, amigos, familiares y hasta ellos mismos.

   La letalidad y el contagio es real. Esta realidad favorece al pueblo. El pueblo está habituado al peligro, está rodeado de peligros y aun así lleva una vida “normal”. Pero lo que desequilibra al pueblo mental o emocionalmente, es la incertidumbre, las informaciones oficiales, que luego él puede ver o comprobar que se le está mintiendo. O no le están diciendo la verdad.

   Ahora ya la gente ve infectados en su comunidad, y no ve la reguera de muertos que le mostraban por TV y que le hicieron creer que “no tenía esperanza” si se contaminaba.

   No se si ocurre en los pueblos de todo el mundo, pero el venezolano a pesar de la desnutrición forzada que está sufriendo desde hace unos cuantos años, su sistema inmunológico ha sido sometido a todo tipo de pruebas. Son pocos los niños que no salen a correr bajo la lluvia, caminar por un lodazal, recoger una fruta del suelo y comérsela sin lavarla, sin ver si tiene gusano o no.

   Niño que no juega “picha” o metra, eleva papagayo, juega pelota, futbol, o se reúne con los amigos para dar carreras e inventar distracciones, no es un niño típico venezolano. Hay padres que no quieren ni que pongan los pies descalzos en el piso, pero son excepciones. La mayoría de los padres saben lo sano que son estás diversiones para los niños y jóvenes.

    Pero tengo algo que decir con respecto a la manera que se están compartiendo los tratamientos naturales entre amigos, vecinos y por medios de las redes. Estas son mis opiniones para que sean consideradas.

a)    Los microorganismos pueden tener una capacidad de reproducción tan rápida que el sistema inmune no tiene la capacidad de contrarrestar, o mantener una defensa superior a la cantidad de enemigos. Si esto está sucediendo, los tratamientos naturales, (infusiones, té, hierbas, etc) pueden no ser efectivo, ya que el organismo le lleva tiempo hacer la digestión para extraer las propiedades que esa planta tiene. Pero aparte del tiempo que le lleva al organismo para procesar el remedio casero, la persona puede tener problemas digestivos, u otra falla orgánica que impide que los elementos que tiene la planta sean asimilados.

b)   La planta, vegetal o hierva “NO CURA”. Hay que sacarse esa idea de la cabeza. Las propiedades que tenga esa planta son para reforzar el sistema inmunológico. Este es el verdadero curandero. Este es el enfoque mental o la idea que se debe mantener al ingerir tratamientos naturales.

c)    Cada persona es un caso distinto. Lo que a uno lo funciona bien y rápido, a otro puede no funcionarle, y ese tiempo con ese tratamiento inefectivo, es un tiempo valioso que se pierde.

d)   El diagnostico. La medicina moderna tiene todos las herramientas y recursos para hace pruebas y exámenes. Pero el vecino, el familiar, el brujo de la cuadra, el experto que aconseja tratamientos naturales por las redes, no está haciendo diagnósticos. Esta es una falla muy grave. No se puede hacer una receta o mandar un tratamiento sin haber hecho un estudio al organismo de esa persona en particular. Pero esta falla no solo está ocurriendo en el pueblo que quiere ayudarse entre ellos, el campo de la medicina tiene libros con listas de medicinas para los nombres de las enfermedades de acuerdo a los síntomas. Vas al médico, tú le dices lo que te sientes, el busca en su libro y te hace la receta. Y ni siquiera te manda a sacar la lengua, te mira las pupilas, o te pega el frio estetoscopio en el pecho o la espalda. En época de mis padres ellos contaban, pero yo llegue a conocer personas que se reconocían como curanderos, y estas personas te hacían un examen viendo la orina, fumando un tabaco, lanzando guijarros, con las barajas o simplemente se concentraban y obtenían una respuesta de lo que tenías en el organismo, veían cuál era el remedio adecuado y te hacían tu receta. (dosis diarias, en que cantidad y por cuanto tiempo lo ibas a tomar). La falla de estos curanderos del pasado fue, que las enfermedades patógenas, o causadas por microorganismos. Como les dije, la medicina natural en estos casos puede prevenir, pero cuando las cepas infecciosas se multiplican por horas, no vale medicina natural. Cuando alguien dice: “yo me curé la gripe con esta planta”, usted le dice: “no fue la planta, fue tu sistema inmunológico”.

e)     En vista que el pueblo que trata de ayudarse, no tiene como hacer un diagnóstico, y ya desaparecieron esas personas que podían por medios paranormales hacer un examen que se podía comprobar como acertado. Yo recomiendo variar los tipos de infusiones que se están recomendando, cada tres días. (ajo, citronela, flor de cariaquito, jengibre, etc.) Irlos rotando para que el organismo tenga más oportunidad de compensar los elementos que le hagan falta. Pero cada quien se hace responsable si la infección supera las defensas del cuerpo y necesita asistencia urgente en un hospital.

    El miedo es junto al virus el peor enemigo que hay que enfrentar. A ti te toca responder por el miedo. Aquí en actividad pensativa, hemos hecho hincapié insistentemente de cómo lograr el control emocional.

    Ha sido un placer. Buen provecho con tue infusiones naturales. Nos vemos pensante.

   Autor: Emilio R. Fernández Ramos

   Correo: emiliofernandezr@hotmail.com     

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