LA ATENCIÓN Y LA INTENCIÓN SON INSEPARABLES

 LA RESPUESTA AL AUTOCONTROL.

   Hola amiga(o) pensante. En el artículo anterior hablamos de la importancia de la “intención”. Pero sin la compañía de la “atención”, se pierde el rumbo hacia los objetivos.

    Así como la intención es la energía que puede producir un pensante cuando se decide a alcanzar un objetivo, la atención es el timón conque se mantiene enfocando esa intención en lo que se quiere alcanzar.

  No puede ir una sin la otra. Si hay vicios o hábitos en el pensante que están causando que no pueda ser firme con su atención, durante el tiempo que necesite para lograr su objetivo, la intención se fragmenta, se desparrama y pierde fuerza.

  Eso significa que pierde ánimo, motivación, empeño, y su interés por lograr lo que deseaba, parece apagarse.

   La atención es el timón y la intención es la potencia que desarrolla el pensante. Fuerza que necesita para superar los obstáculos que se le presenten.

   Un vehículo sin dirección, quema el combustible y con seguridad termina accidentado.

   Si algo tiene que reparar el pensante cuando su interés, ánimo, motivación, empeño, o la pasión que mostró durante un tiempo se debilitó; es la atención.

   Ojalá la persona que lea esto, lo reflexione; “voy a rezar unas plegarias al pensante mayor para que eso suceda”. (esto lo digo justamente para que le pongas atención)

   “El pensante, el espíritu en su verdadera naturaleza, o en su propia esencia, se puede observar a sí mismo, mediante observar su atención.”

   En otras palabras, la atención muestra la presencia y la consciencia del pensante.

   Cuando le hablas a alguien y no te está poniendo atención, sabes que ese pensante no está presente, no está ahí, y tu necesitas que lo esté, para saber que si está, te va a oír con consciencia lo que le vas a decir.

   La incapacidad de un pensante para tener control de su atención, es como decir; incapacidad para controlarse a sí mismo. Esto es el fundamento del autocontrol.

   Si una persona quiere recuperar la cordura, la voluntad, o tener autocontrol, lo que debe hacer es trabajar para recuperar el control de su atención.

   La atención es como una extensión del pensante que se puede ver desde afuera. Los medios de comunicación, las redes, y todo aquel que quiera atrapar o captar a un pensante, lo único que necesita es llamar su atención, capturar su atención, atraer su atención, como sea.

    Ese es todo el truco publicitario, y es el fundamento para manipular a todo pendejo que se deje, o que no pueda tener autocontrol o control de su atención, que es la misma vaina.

   Alguien quiere tener autocontrol, préstele atención a su atención. Pero no haga como el chiste de la persona que estaba tomando pastillas para el olvido y se le olvidó tomarlas.

   Por eso hice mis ruegos al pensante de todos los pensantes para que ocurra el milagro y reflexionen lo que les dije. Ya que prestarle atención a la atención padeciendo del mal, lo veo bien difícil hacerlo por voluntad propia.

   Aquellos pensantes que no puedan hacerlo, o que lo hagan un día o dos y después se les olvida prestarle atención a su atención: voy a ser sincero con ustedes; esos pensantes debieran estar encerrados en un sitio donde los mantengan sometidos. Son un peligro para ellos mismos, su familia y la humanidad. Y la otra verdad que les digo; es que casi toda la humanidad padece el mal, y andan sueltos.

   Parece fuerte y ofensivo, ¿verdad? Piénselo, la persona que no pueda controlarse a sí mismo, ¿será una persona confiable?

   ¿Quienes padecen fallas de autocontrol? Toda persona que esté propiciando enfermedades en su cuerpo, en otras palabras padeciendo de efectos psicosomáticos, está mostrando falla con su atención.

  Toda persona que no pueda controlar el acto de pensar, o controlar sus emociones, pensamientos, etc. Padece de esa falla de autocontrol.

  Pero la sociedad se ha venido adaptando a sucesivas normalidades forzada por los hechos. Los parámetros usados para calificar a una persona de normal, han variado con el tiempo y seguirán variando.

   Podemos decir que todas las personas que no están en un manicomio o en una cárcel, o que no anden huyendo de la justicia, son personas normales. Y todos esos normales son la sociedad. Sociedad que está como está. No hace falta que lo describa.

   Una persona que le preste atención a su atención, termina dándose cuenta, o hace consciencia de cual es la causa de sus problemas. Y si no hace algo al respecto, ya sabe lo que le espera.

  Pareciera que se pierde el tiempo al dar más información a quienes ni se ocupen de observar como anda su atención por lo menos. Pero seré consecuente con aquellos que quieran saber que pueden hacer para retomar el control de su atención.

   Ha sido un placer. Buen provecho observando tu normalidad. Nos vemos pensante.

    Autor: Emilio R. Fernández Ramos

    Correo: emiliofernandezr@hotmail.com

    

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