LA FUERZA DE LA INTENCIÓN
¿TE QUEDASTE SIN VOLUNTAD, SIN ÁNIMO, SIN ENERGÍA? TE AYUDARE A RECUPERARTE.
Hola amiga(o) pensante. En la naturaleza de
un pensante o de un espíritu, como lo somos todos; “ser”, se convierte en la
intención primaria. El propósito de ser, no nos abandona durante toda la vida.
Hasta pensamos ser en el más allá.
Somos lo que hemos pensado, y lo que
pensamos, pero aún no lo somos. Esa es nuestra vida; no eres médico, pero lo
deseas: estás siendo un no médico. Esta condición desaparece al entrar en
acción.
La personalidad está activa con estos
estados de ser: los logrado, los deseados (esos que se tienen en la mente) y
los no logrado. Esos que se han abandonado.
Ser, conlleva una intención intrínseca. No se
puede desligar esa intención. Se es, para lograr alcanzar algo.
Lo
peor que puede hacer un pensante es perder de vista esa intención. Le ocurre
con frecuencia, después de haber caminado un largo trecho se distrae con otras
cosas y sin darse cuenta deja de estar consciente de su intención primaria.
Otras veces el pensante cambia la intención
sobre la marcha forzado por las circunstancias. No le están permitiendo ser, o
le están poniendo tantas trabas que se ve obligado a torcer el rumbo. Al
principio protesta, se enoja, patalea, y luego de un tiempo se adapta al cambio
forzado. Forzado a objetivos donde no decidió “ser”, y por lo tanto la
intención no forma parte de esa decisión. Actúa por necesidad, pero si fuera
por él estaría en lo que quiere.
La decisión de ser, representa para el
pensante su libertad. Esa libertad luego se tiene que cotejar con los acuerdos
de convivencia con otros pensantes. Por lo general, esas reglas ya se
encuentran antes de que decida libremente ser. Así que tiene que considerarlas
al tomar la decisión antes de entrar en acción. (Hacer)
Ser y Hacer. El pensante entra en acción
para ser o llegar a ser. Pero aún no siendo médico, debe actuar como si lo
fuera. No existen estados de ser en el futuro. Esta es una de las más
importantes razones del fracaso de muchos pensantes para lograr sus objetivos.
Actúan esperando “llegar a ser”. “Cuando sea, es que se va a sentir médico”.
En otras palabras; durante todos esos años
de preparación; no fue médico, no se comportó como médico en vista que no lo
sintió. Con este tipo de idea o creencia de que se tiene que “llegar a ser”; se
corre peligro con la intención, ya que ella va intrínseca a “ser”. Y al estar
en acción con un “ser” que está en el futuro, la intención no mantiene su
máximo potencial.
Una ves alcanzado el objetivo; (lograr lo
que se quería ser) el ciclo debe cerrarse para satisfacer la sociedad, pero el
pensante seguirá siendo médico por el resto de su vida aunque decida no ejercer,
ni mantener actualizado su conocimiento.
El
rendimiento de una persona se mide por las acciones que son consecuentes a un
objetivo. Cuando se pierde el objetivo, es porque se ha perdido la intención. En
ese sentido la condición de “ser” decretada, queda en la personalidad como una
rama seca.
Un pensante puede tener muchas ramas secas
en su personalidad, puede haber perdido el sentido de su vida, y aun así está
obligado a mantenerse en movimiento, haciendo cosas para obtener algo. Típicos
pensantes procrastinadores, llevando a cabo acciones innecesarias, y otras
acciones necesarias para sobrevivir, y con eso es suficiente.
La intención representa la energía que puede
producir un pensante para ser usada en el logro de un objetivo. La intención
puede ser observada en el empeño, la voluntad, el ánimo, el entusiasmo que un
pensante le está poniendo a la acción.
El pensante que padece debilidades en esos
aspectos, le hace mucho bien revisar sus sueños, metas u objetivos. Puede tener
la seguridad que la intención se perdió en el camino o no se ha mantenido firme
por todas las razones que les he explicado.
En esencia somos. Espiritualmente somos,
este estado de ser no se discute, ni se pierde en el camino espiritual ni
material.
Hacer consciencia de su esencia y
experimentar ese estado natural de ser, es revitalizador para un pensante que
vive en este planeta acosado por tantas contra intenciones y amenazas de
aniquilar todos sus sueños y hasta la vida de su cuerpo.
No dejes que tu intención se desparrame.
(Esparcir sin orden y en cualquier dirección) Y si careces de voluntad, de
ánimo, empeño, etc. Ya te dije lo que tienes que hacer para recuperar tu
intención. Intención que es la señal de tu poder.
Ha sido un placer. Buen provecho con el
reponteciamiento de tu intención. Nos vemos
pensante.
Autor: Emilio Fernández Ramos
Correo: emiliofernandezr@hotamail.com
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