SE ACABA EL MUNDO Y TÚ ESPERANDO

 

LO QUE PARECE PACIENCIA PARA ESPERAR ES UN ESTADO DE INCONSCIENCIA. DESPIERTA HAZ ALGO

  Hola amiga(o) pensante. Lo que está pasando con los pensantes en este planeta es serio. Más serio de lo que se pueda imaginar quien se ocupe en hacerlo.

 La humanidad va por un estrecho cañón camino al despeñadero. Los daños que está causando a su habitad y las consecuencias de sus políticas sociales y económicas los someterán a las más torturantes y sufridas tragedias que pueda pasar una población o cultura antes de exterminarse.

  Se ha llegado al punto a donde a casi nadie le importa los intereses o sentimientos de otros; llámese padres, hijos o conocidos. La empatía brilla por su ausencia y predomina esa mala actitud por encima del razonamiento. Es decir, se entiende la situación, pero poco importa. Pareciera que de manera inconsciente se lleva un instinto de suicidio colectivo.

  La ciencia reconoce su atraso y el campo de la psicología ha probado en los dos últimos siglos innumerables métodos para solucionar los problemas evidentemente graves de conductas y la pérdida del control psíquico, y ni a los mismos profesionales les funcionan cuando son ellos los que sufren el problema.

  Se hace evidente que fundamentarse en el cerebro, sin considerar la presencia de una variable cuya participación en la psiquis es prevalente; como lo es el pensante (espíritu), ha fracasado y seguirá fracasando en sus intentos de comprender la actividad pensativa y los fenómenos sorprendentes que se producen.

  Mis queridos amigos y amigas que se interesan en el asunto, por favor, si ya tienen la creencia o les han hecho creer que la psiquis es un campo que solo se puede aprender en una universidad, déjenme decirles, que todos desde que nacemos tenemos poder psíquico.

  Todos desde que nacemos producimos pensamientos sin que nadie nos enseñe como se piensa. O como se ejecuta el acto de pensar. Aquellos que dan como un hecho que es el cerebro el que piensa, se resignan a la evolución genética. Y no pararán de escudriñar en el genoma para ver como hace para producir una consciencia surrealista para otros, pero una realidad lógica e irrefutable para ese individuo.               

    Comprender la actividad mental a través de la estructura biológica sigue siendo un misterio. A esta conclusión han llegado connotados científicos neurobiólogos. Mientras tanto es imposible dejar de pensar y los efectos que recaen en el pensador y en la interacción al resto de la humanidad; predicen que, si no se hace algo lo antes posible, los productos y acciones de nuestra actividad pensativa nos van a exterminar.     

   Como les decía, ya saben pensar sin que nadie les enseñara a ejecutar ese acto. Desde el primer pensamiento encriptaban en el sus interpretaciones, consideraciones o conclusiones a las que llegaran.

  No importaba si eran verdaderas o ilógicas; o si los favorecían en sus conductas o no. Lo cierto y demostrable es que esa creencia, esa idea de ese bebé ya está afectando su vida. Ya está diseñando una personalidad y una consciencia.

  Compruébenlo. Esa consciencia, esa personalidad ha sufrido tantos cambios que ya no pueden comportarse o ser como cuando tenían ocho años, doce años o veinte si ya pasan de los treinta.

  Al igual que su cuerpo físico que ya no es el mismo de hace cinco años atrás. Y esto es una expresión para interpretarla de manera literal; “no es el mismo cuerpo”.  La personalidad ya no es la misma.

  Sin embargo, todo el mundo tiene la impresión que es el mismo. Sabe que no lo es, pero su comportamiento cotidiano se fundamenta en que es el mismo que parió su mamá. Ya es un anciano, pero es el mismo de siempre.

  La realidad objetiva por la que tanto se lucha, no tiene en esencia nada de objetividad. Los fenómenos que están ocurriendo detrás de esa realidad objetiva, fuera de nuestra vista y entendimiento, observan lo tonto que somos al pretender asumir una Verdad Absoluta de una apariencia superficial.

  Y si esa es la realidad objetiva, que tal será la realidad subjetiva; esa que es resultado psíquico o de la actividad pensativa.

  Toda la realidad de un pensante es subjetiva, no hay manera de que sus consideraciones no le den la significancia que para él en particular deben tener los hechos.

  Ese proceso se ha estado haciendo desde que se nació. Somos productores de realidad subjetiva. Y en un mundo donde todos hacen lo mismo, surgió la necesidad de la comunicación para poder llegar a un acuerdo o a un consenso, para producir una realidad que, sin ser igual a la propia, se pueda vivir con ella sin que se convierta en una fuerte violación de nuestra creencia.

  En conclusión; ya puedes pensar y sabes producir pensamientos que, por decisión propia, puedes elegir para que formen parte de tu personalidad o usarlos de manera temporal. Y sabes que has estado produciendo pensamientos que por no prestarle atención al acto de pensar han formado parte de tu personalidad y ahora no sabes cómo tomar control de ellos.

  Esto le sucede a la mayoría de los pensantes. En este momento de su vida, sobre todo aquellos que reconocen ahora la importancia del acto de pensar; se van a encontrar que hay aspectos en su personalidad o en su manera de ser y sentir en los cuales no tienen control y no saben qué hacer.

  Bueno, por aquí los puedo orientar si lo quisieran. En esta página hay muchos artículos acerca del tema, pero reconociendo que cada persona es un caso diferente a otro, puedo responder preguntas a través de mi correo si lo quisieran.

  Ha sido un placer. Buen provecho con tu pensar. Nos vemos pensante.

  Autor: Emilio R. Fernández Ramos

  Correo. emiliofernandezr@himail.com