POR FAVOR, NO ME CUENTES LA PELICULA
PARA LOS QUE QUIEREN SABER SU FUTURO
Hola amiga(o) pensante.
¿Te ha sucedido que NO quieres que te cuenten la película porque quieres vivir
la experiencia a plenitud?
Sabemos que si otro
nos cuenta la película, se pierde la expectativa de saber que va a pasar en la
historia. Se pierde el interés por vivir ese momento.
Así es nuestra
vida. La vida que NO hemos vivido y que tenemos la expectativa de vivir, solo
se puede vivir a plenitud y en una experiencia integra de nuestra consciencia,
si no sabemos el futuro.
Imagina que ya
sabes toda la historia de tu vida futura. Con seguridad vas a ver cosas que no
te gustan y cosas que consideras que están bien que te sucedan. Y van a tener
que amarrarte y encerrarte, porque te volverás
loco tratando de evitar que te sucedan los inevitables hechos que no deseas.
Las personas que
quieren saber su futuro, eso es lo que van a conseguir si lo llegan a saber. Y
por lo que se puede comprobar, las tres cuartas partes de la población mundial eso
desean; vivir en locura y trastornados por no poder evitar lo inevitable.
Los futurólogos que
los hay con una variedad de sistemas de predicción, hacen mucho dinero. Los
clientes quieren saber su futuro con respecto a ciertas cosas, pero si lo
pueden saber todo, eso sería formidable para ellos.
En cierto modo le
reclaman a su Creador que todos piensan que existe para ellos, el hecho que no
los creó con el don de saber su futuro. Y como cometió ese error, ellos lo van
a corregir, y hay una cuerda de ignorantes o tracaleros vendiendo ese servicio.
La predicción es
una herramienta que debe basarse en probabilidades. Y para observar
probabilidades hay que observar y estudiar los hechos presentes y pasados. Hay
que usar el don que si nos fue concedido; que es la capacidad para pensar.
El futuro no existe
en los términos de esta vida terrenal, que es la que nos interesa, pero si
podemos proyectar sendas y senderos probables por la cual deseamos transitar.
Aquellos a quienes
les importan más lo que les va a suceder y no lo que le está sucediendo, anulan
su capacidad para resolver sus dificultades presente.
El futuro como
probabilidades de lo que nos puede pasar, se puede ver a corto, mediano y largo
plazo. Es mucho más fácil predecir que nos puede pasar en corto plazo que a
largo plazo. Mientras más corto el tiempo, se actúa con mayor probabilidad de
éxito.
Por esa razón los
planes a largo plazo, tienen que sufrir muchas modificaciones en el trayecto.
En cambio, si planeas ir al mercado, que está a media hora de tu casa, las
correcciones a ese plan son mínimas.
Querer saber el
futuro para asegurarse un éxito absoluto en todo lo que haga, es un sueño utópico
de quienes ya no confían en su capacidad para pensar.
Observa lo que
piensas en este momento, o como piensas. Así eres, así te sientes, así ves tu
futuro, así evalúas tu pasado y tú presente.
Si no cambias los
contenidos de tus pensamientos, eso que estás sufriendo hoy, lo vas a sufrir con
mucha probabilidad mañana, y con seguridad es un sufrimiento que ya has vivido
en el pasado.
Si te importa tu
futuro, entonces el acto de producir pensamientos debe ser hecho a consciencia,
y debe estar bajo tu dominio. No lo dejes al garete. Ha sido un placer.
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