TU DESTINO Y LA ATENCIÓN

ES EN EL PASADO, PRESENTE Y FUTURO, DONDE SE ENCUENTRA ATRAPADO EL PENSANTE.

       Hola amiga(o) pensante. No pierdas de vista el futuro. Es el as bajo la manga que tienen los que se creen elegidos por la providencia para dominar el mundo y vivir bien, a costillas de los demás.

       La crítica situación mantiene a la población con la cabeza sumergida en los problemas y se olvida de mirar el futuro de manera reflexiva. Esta ceguera del intelecto, es la que está siendo provocada para que no veas venir lo que te están lanzando.

   Muchos piensan en el futuro, pero impulsados por la neurosis que padecen, preocupados por problemas que no existen, y sintiendo que ya esos hechos están aquí con ellos.

    De esta manera, pareciera que se observa el futuro de manera reflexiva o analítica. Pero lo que se está es mal gastando atención, que tanta falta hace para atender los asuntos que están en curso.

    Para poder mirar el futuro con objetividad, se requiere dominio de la atención. El pensante lo hace para evaluar probabilidades, posibilidades y replantear las acciones presentes si es necesario.

   El capitán del barco lleva potentes binoculares, hoy usa radares para examinar el camino que está adelante. La capacidad de predicción, vital para las decisiones que se están tomando, no puede estar secuestrada por la incapacidad de controlar la atención.

   De toda la atención que puede generar un pensante, gran parte la tiene de manera involuntaria, atorada en el pasado. Otra parte atorada en el futuro, padeciendo algún grado de neurosis o paranoia. Y lo que le queda disponible para atender el presente, la desperdicia ensimismado pensando tonterías.

     Este pensante no puede ver el as o los ases que traen bajo la manga quienes quieren estar sentados sobre nosotros.

   No se trata de saber si hay o no una confabulación. Siempre las ha habido. Los gobiernos te quieren, los comerciantes te quieren, pero no como te quieren tus padres.

    Las condiciones en las que nos desenvolvemos, causante de que generemos todos los problemas que tenemos, no las provocaste tú, (aunque no se está exento de responsabilidad) ni la mayoría de los habitantes del planeta. Muy pocas manos son las que están bañadas en sangre.

    ¡Despierta! Gritan algunos pensantes desesperados, viendo lo permisivo y manipulable que somos. Pero el mensaje es para que salgas a protestar y a enfrentarte como un bobo a un monstruo de mil cabezas, donde no tienes ninguna oportunidad de salir con vida.

   Las prioridades que se debieran considerar para hacer lo que haya que hacer para despertar: que no es otra cosa que asumir el control completo de la atención, lo que permitirá recobrar la consciencia; eres tú en primer lugar, la familia y nuestra comunidad inmediata.

  Sigue el país y toda la humanidad. Lo sabemos, pero si apenas puedes sostenerte a ti mismo con cordura. Es un suicidio como lo sabe cualquier estratega, militar o del tipo que sea.

   Quiero decir con esto, que en la precaria condición en la que uno se encuentra, todo el esfuerzo psicológico debe estar destinado a salir de este estado de resistencia, de sobrevivencia, que nos absorbe la atención y nos incapacita para ver hacia adelante, hacia el camino, hacia el futuro, y poder tener más probabilidades de cambiar a mejor nuestra calidad de vida.

   Si no ves lo que viene hacia ti, estás viviendo a la suerte, a lo que el destino te depare. Y creo que se ha aguantado suficientes golpes para seguir manteniendo los ojos cerrados.

    Volvemos a la trillada frase: “nunca es tarde para empezar a actuar con seriedad”. “Mientras hay vida hay esperanza”. Pero el consejo es loable si se lleva a la acción.

    Un pensante en estado de resistencia psicológica, si no recibe abastecimiento o apoyo, se le oscurece el camino, el futuro y su vida presente.

   Debiera ser inadmisible para un pensante, darse cuenta que está en seria emergencia o en peligro, y dejarse arrastrar por la corriente para que sea “lo que dios quiera”. Expresión de resignación, de entrega o de rendición.

   Atiende tu atención y te estás atendiendo tú mismo. Estarás haciendo lo que nadie puede hacer por ti.

   Ha sido un placer. Buen provecho en el apoyo que te estas dando. No te abandones. Nos vemos pensante.

   Autor: Emilio R. Fernández Ramos

   Correo: emiliofernandezr@hotmail.com