LA NAVIDAD Y LA SOLEDAD
EL REMEDIO PARA CURAR LA SOLEDAD ES TAN AGRADABLE QUE NO LO VAS A SABER HASTA QUE NO LO PRUEBES
Hola amiga(o) pensante. Llegó navidad. Por
más golpeado que se esté, la tradición corre como la sangre por las venas. Hierven
los buenos recuerdos en la mente, al compararlos con la realidad que se está
viviendo.
Pero se hace el esfuerzo, la tradición es costumbre,
es hábito y no se puede ser tan frío e indiferente, aunque la situación que se
viva no merezca ni una sonrisa.
Hay alguien que te conoce muy bien. Sabe al
pelo todo lo que estás sintiendo y lo que estás pensando. Convive contigo y
participa junto a ti en cada situación que experimentes en tu vida.
Hoy, tú lo necesitas y él te necesita. Son el
uno para el otro. Tú eres la preferencia, te ama tanto que sin ti no puede amar
a otros.
Ese
alguien espiritual eres tú. No sigas caminando sin tu compañía. Los sueños, los
anhelos espirituales no se concretan si andas desamparado de ti por la vida.
La navidad tiene una connotación espiritual. Los
sentimientos florecen, el colorido del amor transforma el ambiente, y causa que
aumente la fuerza de atracción familiar y de amistad.
Quita esa cara de tristeza, echa al cesto de
basura esos pensamientos mal olientes de pesimismos, y convídate a llenar tu mundo
interior de paz y tranquilidad, para que tengas algo valioso que ofrecer a tus
invitados, o a quienes te inviten a compartir.
Los
pensantes que padecen del mal de la soledad, o que la soledad los traumatiza y
sufren como unos condenados a muerte; son aquellos que se extraviaron de ellos
mismos.
Se soltaron las manos y andan perdidos uno
del otro. Van por la vida como niños asustados, por más que se rodeen de compañía,
no se pueden quitar de encima la soledad de sí mismo que están padeciendo.
Estos pensantes enfermos de soledad, son los
que no soportan una navidad, si alguien de los que ama no está de cuerpo
presente a su lado.
No tienen para dónde ir. Fuera de ellos no
está la persona que quieren su compañía, y si van hacia adentro, se encuentran
con un mundo oscuro y vacío. Donde pululan sombras que parecen fantasmas amenazadores.
La soledad se cura con tu compañía, así como
la ignorancia se cura con el conocimiento.
Ha sido un placer hacerte compañía este 2020.
Buen provecho siendo tú, tu inseparable compañero. Nos vemos pensantes.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
Correo: emiliofernandezr@hotmail.com
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