LAS VACACIONES Y EL ACTO DE PENSAR

 


REGRESÓ DE VACACIONES NECESITANDO UNAS VACACIONES POR LAS VACACIONES

    Hola amiga(o) pensante. Estamos en la recta final del fin de este año. Parece; como dicen en mi pueblo, que “vamos a matricular”. Esto significa que sobreviremos a un 2020 que usó toda su artillería pesada contra nosotros.

    El año va a pasar en el almanaque, pero eso no desaparece los efectos negativos de los hechos ocurridos, ni va a cesar de que puedan seguir ocurriendo.

   No se puede bajar la guardia, ni con la pandemia, ni con las consecuencias que seguirán golpeando por un buen tiempo.

  Un año va a terminar, ya se sabe que pasó, pero no sabemos lo que va a pasar con nuestras vidas. En términos de sociedad, se pueden tener ideas de lo que puede suceder, pero las personas no son un número de una estadística, donde hablan de porcentajes.

  Como, por ejemplo; por la pandemia. X números de infectados; X números de fallecidos. ¿Quiénes murieron?  Se puede saber por nombres y apellidos, pero. ¿Quiénes van a morir en los meses venideros?

   No se sabe. Es por ese motivo que un pensante no se abandona a sí mismo nunca. No puede tomar vacaciones de su actividad pensativa.

  Aquellos que quieren descansar del tanto pensar en el que viven, son esos pensantes que han perdido el control del acto de pensar y en la mente parecen unos radios locos. Pensando disparates que lo que hacen es deprimirlos y enfermarlos.

   Es por esa razón que el pensante responsable, no puede dejar de observar cómo anda con su acto de pensar.

   Las condiciones psicológicas de una persona dependen enteramente de él. Puede pasar todo el día culpando a todo el mundo, y de nada le van a servir sus quejas.

   Con los cierres de ciclos, se pueden establecer lapsos de tiempo que sirven parar comparar el antes y el después. Pero el ítem más importante de esta evaluación es la salud física y las condiciones psicológicas.

  Aquellos que llegan a un fin de ciclo medio muertos, agotados, arrastrándose, pero felices porque la cuenta bancaria subió. Le recomiendo que no se equivoquen, algo anda mal. Muy mal con las condiciones psicológicas

  La razón, el estado de ánimo va de la mano con la producción. Y si se ha tenido un buen rendimiento económico, no hay razón para sentir que necesitan dos meses de descanso por que sienten que no pueden con su alma.

   A pesar de que la actividad pensativa no la podemos parar, podemos cambiar de tema. Debemos disponer de otros asuntos de interés para cambiar el tema en el que hemos estado días, semanas o meses enfocados en pensar ese asunto.

  Ese es el descanso, esas son las vacaciones que estamos tomando. Pero este cambio será provechoso, si el pensante tiene el control para no estar en otra actividad, pero no puede parar de pensar en el trabajo o ciclo que acaba de cerrar de manera temporal.

   De nada sirven las llamadas vacaciones, si no se tiene control del acto de pensar. Eso lo puedes averiguar, cuando el alivio, el descanso, o el buen estado de ánimo que se esperaba lograr vacacionando no se produce. Regresas a tu asunto principal igual o peor.

   Aquellos pensantes que esperan las vacaciones con ansiedad, pero dependen de lo que suceda, o encontrarse con las mismas cosas que la última vez le hicieron sentir que fue unas vacaciones maravillosas. Ya está en condición de peligro.

   Las vacaciones no son para curar el estrés, no son para sanar el desorden mental. El cambio de atención puede producir alivio, y alivio no significa que se ha corregido el problema.

  Si sucediera que no se puede repetir el viaje de vacaciones o no existen las acostumbradas condiciones, el pensante debe ser capaz de producir la misma paz, descanso y tranquilidad, colgando una hamaca en su casa y dedicarse a leer un libro, oír música, o cualquier actividad que le interese.

   Eso es control del acto de pensar. Eso es un pensante con autosuficiencia psíquica, capaz de producir las condiciones emocionales, sentimentales o anímicas que le hagan falta para estar en paz consigo mismo.

   No hay vacaciones del acto de pensar. Este acto es el que nos permite disfrutar las vacaciones.

   Ha sido un placer. Buen provecho con tus vacaciones. Nos vemos pensante.

  Autor. Emilio R. Fernández Ramos

   Correo: emiliofernandezr@hotmail.com   

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