PENSAR CON CRITERIO Y PROFUNDIDAD
LIBERA EL CRITERIO Y CONVIÉRTETE EN UN PENSADOR PROFUNDO
Hola
amiga(o) pensante. Te voy a dar dos valiosos datos para que liberes tu criterio
y te conviertas en un pensador profundo.
Si no has observado, has la prueba para que
veas esto; “tratar de no pensar”, se parece mucho a “aguantar la respiración.”
Cuanto
más resistas, con más violencia vuelves a respirar o a pensar. La razón es muy
simple; “son actos naturales”. Respirar es la vida del cuerpo y pensar es la
vida del pensante.
Ambos
son actos naturales, pro-vida. Si quieres mejorar la vida del cuerpo, debes
mejorar la capacidad de respirar.
Y
si quieres mejorar tu personalidad, tu vida como ser espiritual en este mundo
terrestre; debes mejorar tu capacidad pensativa. O tu capacidad de ejecutar el
acto de pensar.
Para que no se te enrede este asunto, debo
aclararte algo. Los contenidos de los pensamientos se confunden con el acto de
pensar.
Esto sucede porque hablamos de “manera de
pensar”, y se interpreta como la manera de ejecutar el acto, mezclado con el
contenido de los pensamientos que se producen.
La “manera de pensar de alguien” no es como
ejecuta el acto, se refiere al significado, la interpretación, punto de vista o
consideraciones que la persona genera o concluye.
Separar estos dos elementos evita que la persona se la pase haciendo
esfuerzos para no pensar. O se auto-invalide considerando que no sabe pensar o
que lo hace mal.
Lo
que le está causando problemas al pensante es el contenido, el significado de
sus pensamientos. La prueba de su mal entendido es que, en lugar de atacar el
contenido, ataca el acto de pensar, aguantando de “no pensar”. Trata de no pensar
y ya sabemos que no va a aguantar por mucho tiempo.
Todo
lo males que una persona piensa que se está causando con sus pensamientos, es
producto del significado que está produciendo al pensar.
No
hay que complicar las cosas aguantándose de no pensar. Ya sabes que se trata
del significado o del contenido de tus pensamientos, y es a ellos que hay que
enfocarse cuando se quieren solucionar problemas de conductas, emocionales,
sentimentales o psicosomáticos.
Otro dato de gran valor, y que de igual manera
te invito a que lo compruebes. (Hagamos de esto una costumbre) Es lo que sucede
con el contenido o el significado que se produce.
Observa:
El significado o consideración hecha por el pensante, debiera pasar por varias
etapas antes de convertirla en una creencia definitiva. Antes de incorporarla a
la personalidad como placa de identificación.
Pero
el hábito es, generar el contenido o la interpretación y pasarla de manera
directa a formar parte de la data general que mueve la conducta o manera de ser
del pensante.
El pensante interpretó y eso que considera, es
su verdad. Si cree, cree, y si no cree, eso es lo que cree. Es una conducta de
interpretación radical, extremista, perdiendo así la capacidad de flexibilidad
o movilidad de su punto de vista.
La
mejor muestra de este fenómeno, es una sociedad que hace eco con facilidad de
los rumores. Alguien deja correr una bola y una gran cantidad de personas las
convierten en su creencia, en su verdad, y en función de ella actúan.
Entonces
amiga(o) pensante, tienes dos hechos que has comprobado. a) lo que sucede
cuando se confunde el contenido de los pensamientos con el acto de pensar y se
hace esfuerzos para no pensar para solucionar los problemas.
b)
Lo que sucede con los contenidos cuando se convierten en creencia de un solo
golpe.
Tú
y yo sabemos que es un hábito, una costumbre generalizada y ya se ha
mentalizado en la sociedad como algo “normal”.
Esa es la razón por la cual las personas son
resistentes a cambiar y a creer que otro haya cambiado. Están convencidos que
las creencias son imborrables, y como consecuencia, no se dan cuenta que están
afirmando que las conductas son también imposibles de cambiar.
Reflexiona estos dos puntos y vas a rehabilitar
esta misma capacidad reflexiva, y liberarás tu criterio.
Para
pensar en profundidad y desarrollar el criterio, es fundamental la
flexibilidad, la movilidad del punto de vista y atemperar las interpretaciones
hechas antes de fijarlas en la pared.
Los extremistas pierden el criterio y se incapacitan para explorar
nuevos territorios del conocimiento. Virtudes necesarias para un emprendedor, y
para aquel que desea ser un pionero o mantenerse en la vanguardia de una
sociedad en progreso.
Hay que darle a la actividad pensativa la
posición que se merece. No es un acto cualquiera, nuestro futuro depende de la
consciencia y control que tengamos del acto de pensar.
Ha
sido un placer. Buen provecho con tu criterio. Nos vemos pensante.
Autor:
Emilio R. Fernández Ramos
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