¿POR QUÉ CONFÍO EN MÍ?

 AL CONFIAR EN MÍ, CONFIO EN MI CREADOR

   Hola amiga(o) pensante. Cada quien es libre de formar una idea de cómo es su creador. (Dios).

   En vista que cada quien forma su idea, y se puede observar en las diferencias entre los dioses de cada quien y en las relaciones que tienen con él. Voy a comenzar el año diciéndoles cual es la mía.

  No soy uno de esos fervientes creyentes, que después que lo alaban y le atribuyen ser la causa creadora de toda existencia y el don de saberlo todo; vive desconfiando de su infinita sapiencia y de su inmensurable poder.

  Al creador que yo concibo, tengo la certeza que todo lo sabe acerca de mi existencia: y de todo lo que está por acontecerme. No puedo vivir todos los días recordándole que no me olvide, que me cuide, que me proteja, que evite que me pase algo malo, etc. Eso es para mí falta de fe.

  Confío en mi creador, creo de manera firme que todo lo que me ha pasado, lo que me pasa y me pasará; es su designio. Mi atención está enfocada en lograr despertar mis dotes o virtudes que me ha entregado y hacer uso de ellas para lograr mis metas. Metas que forman parte del para que fui creado.

 Tratar de congraciarme con mi creador, alabándolo todos los días para que me tome en cuenta o me prefiera más que a los demás. Infiriendo con eso que padece de las mismas debilidades humanas, como la adulación y la prepotencia, es para mí un procedimiento que he descartado.

 Por esa razón, mi relación con mi Dios es de absoluto silencio. De total respeto y confianza.

  Por esa misma razón, me dedico a dar lo mejor de mí cada momento de mi vida, y lo que me suceda, me guste o no, cumplo con el propósito para el cual fui creado.  

 De mi Dios, solo puedo conocer, a mí, como una de sus obras. No hay manera que padezca de alguna duda acerca de la dotación de virtudes necesarias para cumplir la misión que me ha encomendado.

  El tiempo de vida que tengo, es justo el que necesito para el destino que me ha escrito. Perder miles de horas a lo largo de ese tiempo, mostrándole al creador mis miedos, dudas y desconfianza, es desperdiciar ese tiempo y fallar en completar mi misión.

 Las condiciones originales que tuve al salir de la fuente creadora, las debo mantener para regresar a ella. Y si las he perdido o alterado en el camino, no me queda otra que trabajar para recuperar mi naturaleza original.

  Y en eso me encuentro amigos míos. Haciendo todo lo posible para despertar y corregir los efectos de esos sueños equivocados que he tenido, y recobrar mi verdadera naturaleza.

  Para de esa manera estar listo para volver a la fuente una vez cumpla la misión que el creador me ha asignado.

  Ha sido un placer volver a verte con estos ojos hechos de palabras. Buen provecho con la relación que tienes con tu Dios. Nos vemos pensante.

  Autor: Emilio R. Fernández Ramos

  Correo: emiliofernandezr@hotmail.com

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