ENTRE EL PESIMISMO Y EL OPTIMISMO
TRANSMUTADO Y CANCELADO; “SAPE GATO CON ESE PENSAMIENTO”. Hola amiga(o) pensante. Hay quienes tienen excesivo cuidado de no ser pesimista y se cuidan muy bien de lo que van a pensar. Este excesivo cuidado les impide ver factores de la realidad que no se pueden descartar. Por ejemplo; considerar los riesgos que existen en todo emprendimiento o en todo nuevo ciclo de acción que se vaya a comenzar, como hechos posibles de suceder. Los obsesionados con los pensamientos positivos tienden a sobrestimar o subestimar los hechos y se salen del campo de la objetividad por el temor a producir una idea que suene a duda, a desconfianza o a inseguridad. Durante el acto de pensar no se puede dejar por fuera ningún elemento, por muy fatal que parezca, debe ser sopesado, y, sobre todo, aquellos factores negativos que pueden darse por circunstancias a veces hasta impredecibles. El riesgo siempre existe. La confianza existe en el que subestima o sobrestima; el pesimista cró