EL DESTINO DE UNA FLOR
EL DESTINO DE UNA FLOR
Sin querer oí las reflexiones de una flor
rebelde antes de ser cortada. Les decía a las otras flores; “ayer dejé de ser
un capullo como muchas de ustedes, ya estamos listas para ser cortadas. Nuestras
madres viven orgullosas por el destino que va a tener cada una de nosotras. Nos
recomiendan fingir, ser exhibicionistas, arrogantes y vanidosas. No tenemos
identidad propia, solo somos un gesto de amor de aquel ser humano que nos elija
para tal fin. Esto que les digo, lo he pensado por una rara experiencia que
viví cuando solo era un botón. Una noche tuve un sueño muy extraño; un ave de
plumas blanca se posó en la rama y me explicó el verdadero futuro que nos
espera; un destino que nuestras plantas madres desconocen. Iremos sin
misericordia al cesto de basura, malolientes y despreciadas. O moriremos en la
inclemencia del sol, la lluvia o el sereno, cuando todos abandonen la tumba del
difunto. En la memoria de quien nos use como regalo, solo le quedará la
impresión que causó con su gesto, y en la memoria de quienes vamos a exhibirnos
y a mostrar toda nuestra belleza, solo habrá pensamientos para quien hizo su
gesto de amor. El ave de mi sueño, me recomendó que les dijera; “cuando sus
vidas se estén apagando y sus pétalos se marchiten, no doblen la cabeza por
vergüenza, háganlo de satisfacción, porque cumplieron la misión de despertar y
avivar amor en los hijos preferidos de Dios; el hombre y la mujer”.
Autor:
Emilio R. Fernández Ramos
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