DESPERTANDO TALENTOS
DESCUBRE LA MINA DE ORO QUE LLEVAS POR DENTRO
Hola amiga(o) inspirador. Si ya has pasado de
los 18 años, con seguridad ya has mostrado tus inclinaciones creativas.
Si esas cosas quedaron en el pasado, y deseas
rescatar tu talento, ahora no solo te vas a fijar en que te guste hacer una
cosa, o te gustó y ya aparentemente perdiste el interés.
Vas a observar también esas cosas que puedes o
pudiste hacer con relativa facilidad y que a otros les cuesta más hacerlo.
Hay cosas que puedes hacer o aprender sin
necesidad del esfuerzo o estudio que normalmente otros tienen que dedicarle;
como por ejemplo tocar un instrumento, o hacer un dibujo.
Esas
son zonas de talento. No te puedes dejar llevar por el hecho de que estés
ocupado en otra cosa o tienes que trabajar en algo que produzca dinero. Las razones
pueden ser psicológicas, como críticas negativas o tener baja autoestima.
No importa el motivo por el cual no
encuentras tu vocación, o te quejas por no tener ninguno; siempre puedes volver
a retomar ese camino. Es posible que se esté tan ocupado en otras labores
necesarias, y sea la excusa perfecta; pero el que quiere puede, si en verdad se
lo propone.
Si esa actividad lleva mucho tiempo que se ha
abandonado, hay que comenzar por volver a imaginar esos viejos sueños que
fueron alicientes para emprender, y luego dedicarle, aunque sea unos pocos
minutos, hasta que se pueda volver a involucrar por completo.
Comencé a escribir poesías, versos, decimas, novelas,
cuentos, etc. en serio, a los 64 años, ¿y que creen ustedes? De muchacho hasta
los 17 años más o menos que salí a buscar trabajo, me gustaba usar la
imaginación intentando hacer estas cosas, y las había abandonado por completo, hasta
que hice lo que les estoy indicando.
Ahora disfruto escribir, pero he tenido
trabajo para aprender las herramientas del oficio. Para todo arte se necesitan
las herramientas adecuadas, y en mi caso, la gramática, mejorar el vocabulario,
las reglas que se aplican a cada tipo de narrativa, etc. Es obligatorio adquirir
esos conocimientos.
Es como si hubieras aprendido a tocar cuatro
o guitarra “por oído”, como se acostumbra a decir de quien aprende por su
cuenta. Si se desea retomar ese arte, hay que aprender música, de no hacerlo,
es muy difícil que forme parte de una orquesta.
En este momento que el mundo sufre una
intensa presión por la pandemia y todas las crisis que se han levantado, la
salvación psicológica de una persona es encontrar una fuente de placer, de
gusto, de felicidad.
Y estas fuentes están en su interior, en su
alma, en su corazón. Practicando lo que le gusta, haciendo aquello que lo saca
de esa inmersión en esta atmósfera deprimente. Es un paliativo formidable, para
la depresión, la tristeza y el desencanto.
Hay quienes creen que su dios les dio de todo,
menos un talento. Se consideran parte de un montón de desahuciados que la
Divinidad o la naturaleza no tomó en cuenta.
Hagan la prueba, ya basta de lamentos, de
excusas por los años que ya tienen, o por falta de recursos. Siempre se puede,
si la persona se lo propone.
¡Motivación!
“Necesito que me motiven, necesito que alguien me anime o me entusiasme, porque
yo no puedo”.
Si ese es tu caso, no te pierdas la próxima publicación.
Pero mientras tanto, no dejes de recordar o hacer memoria de esas pequeñas
cosas que hacías con cierta facilidad o aprendiste con unas pocas
explicaciones.
Despierta tus talentos y vuelve a la vida. Ella
espera por ti, no la defraudes.
Ha sido un placer. Buen provecho con tu
talento. Nos vemos inspirador.
Autor: Emilio R. Fernandez Ramos
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