MOTIVACIÓN Y EL USO DE LA IMAGINACIÓN

 


PRODUCE TU PROPIO ENTUSIASMO, NO SEAS COMO LOS CARROS ELECTRICOS

  Hola amiga(o) inspirador. La inspiración no aparece en aquel que está sin hacer nada. O no se encuentra trabajando o haciendo algo que tenga que ver con su sueño o emprendimiento.

  De no estar en acción, activo o en movimiento, es que se va a encontrar con la falta de inspiración y muy poca motivación.

  Las intenciones, deseos o ganas de ponerse a hacer algo, cuando solo llegan a ser pensamientos, y no pasan de ahí, la persona se debe detener para resolver su situación desde el punto de vista psicológico.

  La psicología es sencilla de entender. Se fundamenta en los efectos de los pensamientos sobre la persona que los produce. No hay que buscarle cinco patas al gato. Eres como piensas que eres.

  Pero no solamente eres como piensas; el cómo te sientes, la falta de voluntad, el pesimismo o el desgano, son efectos de las consideraciones o ideas que se están sosteniendo en ese momento.

  Eso es un estado psicológico que puede ser resuelto por la misma persona si se propone a entender su situación.

  La falta de motivación se produce por el tipo de temática que se usa en la imaginación. El tema o asunto que ocupa la mayor parte del tiempo en la actividad pensativa, determina el tipo de energía emotiva que se va a experimentar.

  Si quieres comprobar eso; ponte a imaginar la sexualidad que más te gusta, y observa como tu cuerpo se energiza, te entusiasmas y estás listo para la acción. Eso es producir motivación.

  El contenido de tus pensamientos o de lo que imaginas con más frecuencia domina en tu estado de ánimo.

  En estos tiempos de crisis, de pandemia y de problemas, la gente se ve forzada a pensar todo el día en esas dificultades que padece. Se acuesta pensando los mismos temas y son pocas las cosas que le hayan ocurrido o piense que estén por ocurrir, que sean positivas.

  La persona se desinfla anímicamente y las ganas de todo lo que le gusta o quiere hacer se reducen al mínimo, o desaparecen.

  Sin embargo, hay pocas personas que ya su autoestima o valoración que tienen de sí mismo es tan baja, que sienten que no pueden motivarse ellos mismos. Son personas que pagan y entran en todo tipo de cursos o programas que les ofrezcan mantenerlos motivados en sus emprendimientos.

  Pero la gran mayoría no se motivan ellos mismos por falta de saber lo que les estoy explicando.

  El uso de la imaginación no se puede efectuar sin prestarle atención a los efectos anímicos que van a producir. Así que la persona con ese conocimiento, hace todo lo posible por no mantenerse pensando en sus conflictos, problemas o dificultades y busca ejecutar la actividad que esté haciendo en ese momento, prestándole atención a lo que hace y parar la “pensadera” de pendejadas.

  Existe la tendencia de las personas sometidas a presión por la situación que viven; a usar la imaginación para fantasear con villas y castillos; para crear un mundo donde es tan exitoso que no quiere dejar de pensar esas tonterías. En mi pueblo dicen; “perro flaco sueña con cecina gorda, (jugosos bistecs)”.

  Este no es el tipo de temática que se debe usar al imaginar. Lo recomendable es usar el proyecto: para diseñar, visualizar resultados, vías factibles de llevar a la práctica. Siempre se puede encontrar algo que se puede hacer en ese momento.

  Pero si la persona se tropieza con su problema, por ejemplo; la falta de dinero, y su imaginación cae a pensar en el dinero y todas las dificultades que le está creando para efectuar su proyecto, esa persona si tiene algo de criterio, se puede dar cuenta que lleva varios días, semanas, meses y hasta años con ese mismo problema. Y está detenido, parado esperando conseguir ese dinero, pero mientras tanto su proyecto está agonizando.

  Cuando la motivación es causada por alguien o algo externo, es una motivación artificial. La persona sin ese combustible externo no sobrevive con sus proyectos y al final termina siendo una carga o estorbo para los que sí saben cómo motivarse ellos mismos.

  El dato de hoy es: cuida la temática que usas en tu imaginación. Quizás se padezca de un hábito fuerte imaginar sandeces, pero con un poco de atención, poco a poco se canaliza esa energía a las zonas donde interesa obtener productos reales y útiles para la vida.

  Ha sido un grato placer compartir. Buen provecho con esa imaginación. Nos vemos con nuevas inspiraciones.

  Autor: Emilio R. Fernández Ramos

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