CONTROL DEL ACTO DE PENSAR
¿SE LOGRAN RESULTADOS POSITIVOS NO PENSANDO?
Hola amiga(o) pensante. No se puede dejar de pensar pretendiendo de esta
manera solucionar condiciones psicológicas desagradables.
Evadir
la realidad presente que se está viviendo, sintiendo o experimentando, es la
manera de aumentar el descontrol de la actividad pensativa que se padece.
Los hechos no tienen vuelta atrás, pero las consecuencias psicológicas
pueden subsanarse o disminuir su impacto negativo. Y esto se puede lograr
pensando, no intentando dejar de pensar.
¿Qué hacer cuando se está pasando por un mal momento o el hecho ya ha
ocurrido?
Aunque es necesario tener algún entendimiento
para adoptar una actitud adecuada, se antepone el estado de serenidad o
tranquilidad que pueda lograr el pensante para hacer lo que sabe hacer.
Sin una mínima condición de control del acto de pensar, el pensante está
imposibilitado de actuar, aunque haga todo el esfuerzo.
Decirle a alguien que se tranquilice cuando la intranquilidad que padece
es superior a su control, es aumentar su intranquilidad debido a la
ratificación de su impotencia.
Atrapado en la impotencia la persona necesita más que nunca ayuda o un
guía que sepa lo que hace. A todos nos importa nuestra familia y amigos, y
queremos ayudarlos, pero la falta de conocimientos convierte esa ayuda en otro
agravante adicional a la mala condición que padece.
Aquel que no se puede ayudar a sí mismo, que no puede salir de sus
propios derrumbes psicológicos o sobrevivir lo mejor posible mientras pasa por
un mal momento, el conocimiento, si lo tiene, es una teoría que él mismo no le
tiene confianza o la certeza de que es la mejor manera de proceder en
circunstancias como esa.
Nadie mejor que el mismo pensante para saber sus antecedentes. No hace
falta una exhaustiva introspección y viajes a lo más profundo del inconsciente
para reconocer sus puntos débiles o las cosas que le hacen perder el control y
sus comportamientos ante estas situaciones.
Es posible que sea la primera vez que la persona se quiebra psicológicamente
y se encuentra que lo que sabía que debía hacer no puede ponerlo en práctica,
lo mejor que puede hacer es medir que tanta debilidad padece para cuando supere
la dificultad, hacer todo lo que debe hacer para convertirse en un mejor
pensador.
Convertirse en un pensante más fuerte, más resistente y no buscar
excusas o justificaciones para evadir la responsabilidad que tiene consigo
mismo.
El autocontrol se fundamenta en el control del acto de pensar. Los
pensamientos son productos de este acto, controlas el acto, te estás
controlando a ti y los tipos de pensamientos que produces.
De nada le sirve la inteligencia a un pensante cuando pierde el control.
De nada le sirve lo que ha aprendido cuando no puede calmarse, cuando sus
emociones lo convierten en un títere.
Pero debido a que muchas personas necesitan vivir en carne propia
ciertas condiciones para aceptar que no es tan fuerte como creía, a veces caen
tan bajo que no se recuperan por el resto de su vida. Y los traumas llegan a
ocupar gran parte de su personalidad.
Aquel que quiera mejor y más autocontrol, debe ejercitarse en el control
del acto de pensar. Son ejercicios, prácticas de ejecución o entrenamiento como
cualquier otra actividad.
En esta página hay bastante información para saber cómo se hace. Ha sido
un placer. Buen provecho elevando tu nivel de control.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
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