¿DESDE CUÁNDO NO LLORAS?
PROSAS LLOROSAS
El llanto y el
dolor van de la mano. Una temible expresión que acongoja corazones, que aunque se
puede no saber lo que está sucediendo, se tiene la certeza que nada bueno debe
estarle pasando a quien emite ese sonido que parte el alma escuchar. De niño,
no solo se llora de dolor, pero su llanto es un llamado de atención, y cuando
ya es adulto, su llanto es digno de compasión. Sin el llanto, las fuerzas vivas
de la emoción destruyen lo que queda de vida. Por eso, si no se ha llorado
cuando se tenía que llorar, el dolor que se siente nunca va a parar. El tiempo
que se pase sin llorar, es sinónimo de bienestar.
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