ASEDIO PSICOLOGICO
LA POBLACIÓN DEL PLANETA YA NO TIENE ESCAPATORIA. ¡AMENOS!
Hola amiga(o)
pensante. Desde aquellos mensajes subliminales descubiertos en las publicidades
que daban por televisión para manipular el inconsciente humano, al día de hoy
con las inteligencias artificiales, los estados psicológicos del público
consumidor están en manos de las grandes corporaciones tecnológicas.
Mientras se pierde
tiempo tratando de “adivinar”, los efectos negativos de las adicciones a las
redes; de niños, jóvenes, adultos y ancianos; que la evidencia de los efectos
sea tan contundente, no quedará más remedio que seguir suministrándole la droga
tecnológica a los adictos, ya que serán mayoría y exigirán que la leyes
aprueben libertad total de uso.
Las voraces fauces
de los que están en esa cacería de adeptos y adictos, no necesitan esperar una
eternidad para ver los resultados, ya la gran mayoría de los seres humanos han
perdido la libertad para gestionar sus propias condiciones psicológicas.
Quien iba a creer
que fueran las mismas personas las que exigieran que se les inutilice su
capacidad cognitiva. Han desarrollado un estado de compulsión que supera sus
necesidades elementales de cuidar su vida fisiológica y la vida de sus propios
familiares.
Mantenerse distraído
se ha convertido en una solución generalizada: Si el niño molesta, dale el teléfono
para que no joda más. Si hay problemas que hay que dedicarles tiempo y
atención; mejor no te preocupes mira tik top y ríete un rato con las
estupideces virales. La hora de la comida será cuando mamá o papá puedan
despegarse del teléfono. Mamá lleva el niño al kínder y camina con él sin
apartar la vista del teléfono, y así mismo lo viene a recoger, concentrada en
su adicción.
El asedio psicológico
está dando buenos dividendos a quienes lo promueven. La pérdida de la
autodeterminación se hace invisible para el adicto. Sus pensamientos son
repeticiones del condicionamiento a que ha sido sometido. Cuando siente
agredidas sus verdades, le surge la violencia emocional y se le apaga toda luz
de raciocinio o sensatez.
Ese es el ser
humano “moderno”, el ciudadano perfecto para gobernantes y los ambiciosos que
quieren dominar el mundo.
Pero aquel que ya
sabe dónde está parado y al acoso que está siendo sometido; “guerra cognitiva”,
lo que necesita es volver a sus propias herramientas mentales y asegurarse que
todas responden a su voluntad.
Nada cuesta con
echar una mirada a lo que ocurre dentro de tu cabeza. Lo que puede parecer una
falla insignificante, puede convertirse en la grieta que cause una avalancha de
desorden mental.
Autor; Emilio R. Fernández Ramos
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