LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y LA GUERRA COGNITIVA
EL QUE DUERME CON LAS PUERTAS DE SU CASA ABIERTA, NO DEBE EXTRAÑARSE QUE LO ROBEN
Hola amiga(o)
pensante. Últimamente se ha levantado un alboroto con la llamada “guerra
cognitiva”. Queriendo decir que entran a tu mente con las nuevas tecnologías de
comunicación, para sembrarte pensamientos en la mente y manipularte.
Tratar de leer la
mente o inducir ideas en la mente de las personas para sacar provecho, tener
ventajas, o dominar, es una de las características del ser humano que ha estado
usando desde que hizo consciencia que podía pensar y que lo que pensaba podía usarlo
para bien o para mal.
Durante esta
historia humana de dominio, control, y poder, lo que ha cambiado son los
métodos con las herramientas que en ese momento disponían. Por supuesto que el
uso de la fuerza, el miedo y el dolor en todas sus formas es uno de los
recursos más usados.
¿Habrá alguna
manera de evitar que implanten en nuestra mente ideas con nuestro consentimiento
o sin él?
Lo primero que hay
que saber es que las leyes o regulaciones no van a evitar que aquellos que ya
tienen una mente perversa, no sigan, buscando las maneras de manipular a los
pensantes, invadiendo sus mentes. Tampoco es solución convencer a la gente para
que sienta aversión o miedo por las herramientas tecnológicas.
Por otro lado, está
demostrado que quienes deciden estas regulaciones, son los primeros que no
pueden evitar que la mayoría de sus ideas que sustentan su personalidad, fueran
implantadas, o inducidos a concebirlas o a estar de acuerdo, forzado por las
circunstancias. Y de paso, ellos mismos se convierten en manipuladores y
trabajan conscientes o no, para restarles libertad y auto-determinación a los
demás, impidiéndoles que piensen en plena libertad, sin trucos.
Hay un fenómeno que
se vuelve invisible al pensador. Siendo él, el que piensa y produce los
pensamientos, termina dominado y manejado como un títere por ellos. Su lógica,
su racionalidad, su intelecto, solo responde a esas viejas conclusiones o
interpretaciones de hechos del pasado, y deja de percibir el presente tal como
es. Pero no ve sus fallas.
Con las mismas
ideas fijas con la que funciona, se razona, y se asumen los mismos puntos de
vistas, por lo que no pueden evaluarse a sí mismos. (Mono no se ve su
rabo). Como resultado experimenta el convencimiento de estar en lo correcto,
tener la razón y ser dueño de la verdad.
La respuesta a la
“guerra cognitiva” no está en las barricadas, o muros de contención que se
coloquen alrededor de las personas, ni llenarlo de información que no los
conducen a la raíz del problema.
Con la comprensión
y dominio de sus actividades mentales, cada individuo se vuelve invulnerable a
cualquier intromisión en su mundo interior.
Hasta los padres
sentirán temor al creer que si no les imponen códigos morales a sus hijos, se
van a convertir en demonios, ya que no podrán diferenciar entre el bien y el
mal. Desconocen el nivel de consciencia que logra una persona cuando domina su
mente, sus pensamientos y emociones.
Programas diseñados
para educar y entrenar en los distintos niveles cronológicos de desarrollo de
una persona, lo van convirtiendo de manera gradual en gestores eficientes de su
propia producción psíquica. Eso es auto-suficiencia psicológica, garantía de libertad,
salud física y mental.
Esto no quiere decir
que no haya que reglamentar e imponer sanciones para evitar a los tramposos.
Aunque ya hay mucha evidencia de que transgredir las leyes es algo fácil para
muchos, hay que poner los castigos, si no, explota la anarquía general y a esta
sociedad se la lleva el diablo.
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