TU FAMILIA Y MI FAMILIA

 


PROSAS FAMILIARES

Desde que nos casamos tu familia se convirtió en mi familia y mi familia en tu familia. Pero cosa extraña; al poco tiempo me hiciste ver defectos en mi familia que nunca les había notado y eso no se los iba a soportar. No debía permitir que enturbiaran nuestro hogar, el cual estaba dispuesto en convertirlo en un paraíso terrenal. Los defectos de tu familia en cambio eran llevaderos y me compenetré con ellos y mandé a mis malintencionados familiares al carajo. Todo por la paz de mi nueva familia. Pero…pero…pasó el tiempo, mis hijos ya con sus propias familias, sabían de la existencia de mi familia por referencias y no tenían interés en tener contactos con ellos. Y tú mi amada esposa, en el ocaso de nuestras vidas; encuentras la paz y compañía familiar en los tuyos porque los defendiste. Yo en cambio soy un estorbo entre los tuyos que no encuentran donde poner para no tropezarse. Y en soledad, desde las ventanas de mi mente contemplo el precioso tiempo que me he perdido para hacer memorias con mi familia; sabiendo que mi sangre forma parte de las aguas de ese rio que mis ascendientes mantuvieron fluyendo y que mi deber debía haber sido seguir escribiendo en solida unión familiar; la historia de nuestros apellidos.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos  

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