UN SECRETO DE LOCURA

 

ESCONDIENDO LOS DESORDENES MENTALES

Hola amiga(o) pensante. A menos que seas una persona de mucho interés afectuoso de alguien, que presta atención a tus cambios de ánimos, el lenguaje que usas, o ciertas actitudes no usuales, nadie más se va a dar cuenta del desorden y sufrimiento mental que se está padeciendo. El afectado guarda el secreto por que sufre la impresión de que va a ser declarado anormal o loco.

Hasta vergüenza siente por lo que vayan a pensar de su mal estado psicológico. El tiempo que mal gasta escondiendo sus problemas psicológicos, por lo general dando escusas y culpando todo a su alrededor de causar sus alteraciones, es el mejor tiempo para recuperar el control de su actividad mental y pensativa.

El descontrol por sufrir la fuerza compulsiva de la mente de recordar el pasado que le molesta, o imaginar amenazas, peligros o la posible muerte por enfermedad o accidente, etc. en esa etapa inicial, se encuentra relativamente más accesible, ya que la mente no ha hecho crónica la compulsión, a tal punto que necesite asistencia con medicamentos para paliar el desorden mental.

Sucede que las personas confiables a quien el afectado le puede decir lo mal que se ha estado sintiendo, ayudan al amigo o al familiar a encontrar excusas con los posibles motivos que le estén provocando sus malestares psicológicos. Muchas veces se ponen de acuerdo que la culpable es la pareja, el jefe en el trabajo, la suegra, las crisis provocadas por el mal gobierno, etc.

 Ya saben, que le está causando el estrés, la ansiedad, la depresión, la pérdida de sueño y síntomas físicos a los cuales los médicos que le han hecho todas las pruebas, no han encontrado nada patológico. Aquí el afectado y sus aliados por consenso sufren un frenazo, ya que las posibles soluciones que se vislumbran necesitan aceptar que tiene problemas mentales, o psicológicos.

La persona víctima del descontrol mental, no sabe qué hacer. Todo lo que ha intentado para calmarse, relajarse, recuperar el sueño, salir de esa ahogante ansiedad, de esa presión que se le refleja en el cuerpo y siente que le va a dar un infarto, un paro respiratorio o se va a volver loco de remate; no le ha funcionado.

En esta etapa inicial de sufrimiento, si por casualidad la persona prueba el alcohol, y experimenta una desconexión del problema por lo menos mientras esta bajo el efecto del aguardiente, corre el riesgo de entrar en el alcoholismo. Pero también puede ser con drogas de la calle, o drogas medicas auto-recetadas.

Hay otros que con estoicismo, soportan los malestares y se adaptan a vivir manteniendo su mal estado hasta “que Dios y el tiempo quiera”.

Filosóficamente corre como una verdad de uso funcional la expresión; “si quieres encontrar respuestas; búscalas en ti”.  O “la verdad está en ti”.

En todas las malas condiciones psicológicas la causa principal es el mismo pensante. Nadie puede pensar por él. En las peores torturas al pensante se le está tratando de obligar a que piense de la manera que se le indica.

Hoy en día masivamente a través de las redes y medios de comunicación, se induce sutilmente y se hace también para complacencia del mismo pensante que se ha vuelto manipulable;  y necesita que otros interpreten para él, y le digan que es lo mejor, o lo que le conviene en su vida.

El auto-control implica tener auto-determinación. Los determinismos ajenos se pueden usar si se ha llegado a un acuerdo, y entran dentro de nuestra manera de ver la vida.

Con esto quiero decir, que en ningún momento el pensante va a sufrir malas condiciones psicológicas, si el no produce los contenidos o significados que le causan sentirse como se siente, o está de acuerdo con lo que otro le dice.

Lo que se debe hacer para iniciar una recuperación del control y la auto-determinación, es comenzar por dominar el estar recordando de manera compulsiva o hacerlo involuntariamente; y dominar ese impulso descontrolado de estar imaginando. Con estas dos actividades mentales fuera de control, no se puede PENSAR con libertad.

Es decir: razonar, discernir, analizar, reflexionar, etc. no es posible. Los invito a que hagan la prueba de concentrarse para reflexionar, o analizar una situación mientras a su mente llegan recuerdos, o no pueden mantenerse atentos porque la imaginación se les va a otras cosas.

Ha sido un placer. Buen provecho.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos