AMOR Y SEXO



PROSAS AMOROSAS

Lo que comenzó como una necesidad biológica para la reproducción, el ser humano, y su sentido de la estética, no podían quedarse tranquilos haciendo un acto que es impulsado por hormonas. Existen muchos infelices que se ven obligados a tener sexo para calmar el instinto natural, pero siguen siendo infelices. Les hace falta acompañar el acto con sentimientos de amor. Sin ese arreglo decorativo, puede que el cuerpo quede satisfecho, pero el corazón y el alma se juntan para paliar sus tristezas. A todos les llegará el momento, que sus cuerpos no producirán el estímulo hormonal y los afortunados que tuvieron sexo, con su respectiva decoración amorosa, pueden continuar deleitándose con el amor sin sexo hasta el día de la muerte.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos  

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