LA MOTIVACIÓN Y LA IMAGINACIÓN
NO TE PIERDAS LOS BENEFICIOS DE LA IMAGINACIÓN
Hay dos formas de motivación. La
motivación externa y la motivación interna.
La Motivación externa es un recurso
que se usa cuando el arranque propio no funciona y el carro hay que prenderlo
empujado.
Y está la motivación interna que es
cuando el pensante genera la energía para encender los motores y ponerse en
movimiento.
De la motivación externa hay muy
poco que decir; solo que se padece de una dependencia por fallas internas y lo mínimo
que hay que hacer es reparar lo que haya que solucionar para generar nuestra
propia energía motivadora.
Para la motivación interna se usa
una herramienta mental llamada imaginación. La credibilidad de lo imaginado
juega un papel muy importante.
Pero esta credibilidad puede estar
ya envenenada. Es decir, la persona está de manera compulsiva imaginando cosas
negativas, desastres, tragedias, calamidades, muerte, etc. y está aterrorizado.
Ni por el carajo quiere imaginar. Ahí es donde prefiere lo que otro imagine o
piense, ya que lo encuentra más seguro para su vida.
Ustedes que ya conocen algo de como
funciona la mente, pueden imaginar cosas sin temor.
Aquel que se quiera motivar para
hacer ejercicios, perder peso, conseguir una mejor figura para que la ropa o la
vestimenta lo haga ver mejor, imagina como se vería y lo percibiría la chica o
el chico que le gusta, o las amistades en la fiesta de cumpleaños, etc. Con eso
imaginado crea energía voluntariosa y supera la flojera o la pereza que lo ha
caracterizado.
En la autocomplacencia o placer fisiológico
con el sexo, somos libres de imaginarnos lo que nos de la gana para motivar y
ejecutar la acción con energía suficiente.
Es posible que algunos con poca
motivación no sepan que se pueden apalancar imaginando. Quizás hayan perdido
mucho control de la imaginación, pero si han estado siguiendo mis escritos encontraran
maneras de ejercitarse para recobrar sus habilidades.
Otra cosa son los temas que
imaginas, o la forma de enfocar lo que vas a imaginar. Por ejemplo, puedes
motivarte imaginando que vas a ganar la competencia, y te ves recibiendo el trofeo
y experimentando esas agradables emociones. Pero puedes también imaginar
maneras de no dejarte vencer y te ves a ti mismo superando todas las
dificultades.
El uso de una imaginación para
nuestro beneficio requiere control de la actividad mental y pensativa.
Muchos se están perdiendo estos
beneficios por no saber cómo energizarse para mantenerse firme, consistente y
perseverante en sus objetivos, metas o sueños.
Hay un nivel superior de habilidad para
generar energía motivadora donde el pensante está tan sincronizado con su mente
que no necesita usar la imaginación. La energía aparece con solo desear entrar
en acción.
Comentarios
Publicar un comentario