SENTIR QUE NO VALE LA PENA HABER NACIDO
REFLEXIONANDO SE VIVE MEJOR
Si
no hay calma, tranquilidad, serenidad o paz interior; conducir la vida en ese mal
estado tiene que ser un sacrificio. Y vivir la vida sacrificado, se termina
concluyendo que haber nacido no valió la pena. Y cuando la vida no vale la pena
vivirla, por muy radiante que esté el sol, para esa persona es oscuridad total.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
Comentarios
Publicar un comentario