EL MEJOR REGALO DE FIN DE AÑO QUE TE PUEDES DAR

 

ESO SÍ; NO PRETENDAS ABARCAR MÁS DE LO QUE PUEDAS MANEJAR

Hola amiga(o) pensante. Me van a llamar fastidioso. Está bien, eso me pasa por metiche. Pero como disfruto meterme en la vida de los demás. Claro si tú lo permites. 

Lo saben y lo recontra saben; que pueden ser mejores y dar más de ustedes mismos. Y de paso saben que los pilares fundamentales de sus vidas físicas y psicológicas deben ser revisados, y para mejor garantía, ante eventualidades difíciles que se presenten, no está mal que se refuercen o se le hagan modificaciones modernas a esa personalidad de año viejo.  

Ya se los he dicho, si quieren ponerse al día con conocimientos modernos acerca del cuerpo, solo necesitan una computadora y conexión a internet. 

Pero para la vida psicológica el internet con su inteligencia artificial disponible, no te va a enseñar a salir de ese estado de ansiedad o depresión que padeces. O a desarrollar por ti prácticas para autoayuda, mientras tú duermes o te tomas una cerveza. 

Es lamentable, pero los consejos o recomendaciones psicológicas o espirituales, son inútiles si el pensante no sabe o no puede en ese momento encontrar una manera de llevarlos a la práctica. 

Revisa todo lo que sabes que estaría bien hacer y no hacer; o como deberías ser o no ser, y tener o no tener. Y dite a ti mismo cuan hábil eres para llevar a cabo esas “sabidurías”. 

Sabes que si pudieras parar de pensar o de imaginar tantas locuras, tantas tonterías, o de no recordar reiteradamente esos hechos dolorosos que tanto te molestan, o dejar la compulsión de convertir los problemas en situaciones de vida o muerte; Lo sabes, pero cuanto de eso que sabes puedes llevar a la práctica.

Esas idioteces se evidencian cuando se le recomienda a alguien que se está comiendo las uñas de los nervios que se tranquilice. O a alguien que está sufriendo por el insomnio, noches sin poder dormir bien; que se relaje y tranquilice su mente cuando esté acostado. “Yo que ese recomendado los mando para el carajo, ya que si pudiera hacer lo que dicen no sufriría por gusto.” 

No se trata de cuanto saber se necesita, encuentra que puedes HACER con relativa facilidad. Que no tengas que hacer esfuerzos para empezar.

Si lo que puedes es mover un dedo, mueve ese dedo todo lo que puedas, fortalece tu impulso mental y cuando menos lo esperes puedes mover otro dedo. Mueve esos dos y con perseverancia terminaras moviendo todos los dedos de la mano. 

Este es un ejemplo que muestra el procedimiento gradual, empezando por lo que se pueda hacer. 

Todos los fracasos para mejorar los estados psicológicos, inclusive los avances que luego sufren un fuerte retroceso, se deben a intentar hacer algo que de entrada supera la capacidad que se dispone en ese momento, o le sucede lo que se puede llamar un salto de gradiente, o abarcar más de lo que puedes manejar. 

Tú mismo eres el indicado para encontrar ese gradiente, ese algo que puede hacer con relativa facilidad. 

¿Cómo que no lo sabes o no puedes encontrar tú gradiente? Para comer intenta meterte el pollo asado entero en la boca sin picarlo. Vas a ver que antes de morirte de hambre encuentras la manera de comértelo. Pellizco a pellizco te puedes comer un burro. 

Jojojo… Hasta Santa Claus y los renos se están riendo. 

Bueno mis amigos; estamos ya de fiestas navideñas y me divierto mientras escribo, así que el que le sobre aunque sea una nuez, la recibo con gusto. 

Si no tienes para comprar la vestimenta de estreno, no importa. Estrenas un YO resplandeciente y fortalecido. 

Autor: Emilio R. Fernández Ramos