UN AÑO MÁS QUE PASAS VIVO; ADMINISTRA TU VIDA
NADIE SABE CUANTA VIDA LE QUEDA
Hola amiga(o) pensante. Nadie sabe cuánto tiempo dispone
de vida.
De acuerdo a las expectativas de longevidad en la
sociedad se establece un promedio; un poco más, o un poco menos, pero las
estadísticas así lo establecen.
Hay excepciones en los dos extremos, los que superan con
creces el promedio establecido y quienes ni siquiera pueden nacer. Aun con la
incertidumbre de no saber cuánto tiempo se dispone, aun así, hay que
administrar la vida.
Hay quienes no les interesan la economía, las finanzas y
la administración. Quizás debido a que solo ven su uso en el comercio, el
dinero o las riquezas. Las amas o amos de casa que no lo practican aunque sea
por instinto, el hogar con la familia dentro se hunde.
Cualquiera que tenga sus padres vivos, o familiares de
edad mayor, aunque no lo hagan consciente, ven que a ellos les queda menos vida
que a él.
Y en base a esa imprecisa realidad, (imprecisa por no
saber si se pueden morir primero que ellos), ven en sus padres la necesidad de
que administren con atención la poca vida que les queda en términos de tiempo.
Darle mal uso a la vida, o desperdiciarla se vuelve un
grave problema a medida que se ha consumido una buena cantidad de vida, y de
acuerdo a la edad promedio queda menos tiempo.
Pero no todos se dan cuenta que la vida humana comparada
con muchos ciclos de este universo, dispone de un tiempo muy breve. Claro, como
consuelo ven la corta vida del perro, del gato, de las moscas, y sienten que sus
vidas son en comparación casi eternas.
No es extraño ver a muchos humanos que a última hora o en
momentos de peligro, rogar por un poco más de vida, ya que se han dado cuenta
que tienen muchas cosas pendientes por hacer.
Si aún no han podido apreciar la realidad de la vida, sin
importar la edad que tengan, después de pasar el susto, o el peligro, se
olvidan de administrar la vida para sacarle un mejor provecho.
Los botarates y despilfarradores de vida, los puedes ver
cuando están postrados padeciendo todo tipo de males psicológicos y físicos, arrepintiéndose
de lo que hicieron o dejaron de hacer que ahora ven como algo malo.
“Después de ojo sacado no vale Santa Lucia”. “A lo hecho
pecho”. Los ayeres ya ocurrieron.
Si no fuiste un resiliente eficiente, y aún cargas el
peso psicológico de lo sucedido en tu vida, entonces no vas a poder administrar
lo que te queda de vida. Y te vas a perder de experimentar esa parte bonita de
la vida que está siempre ahí, a pesar de estar rodeado de dificultades.
Observen sus enojos, sus quejas, sus rabias, sus tristezas,
sus lamentaciones, protestas, sus deseos de que alguien se muera, etc. Miren
contra quien o contra que, y cuanto tiempo llevan con eso por dentro.
¿Ese o eso merece tus maldiciones, merece tu arrechera,
merece morirse, etc.? SI.
Eso es lo que te dicta la razón, tu intelecto y tu mente.
Pero quien vive envenenándose y dándose mala vida eres tú. Hasta puedes ponerte
de acuerdo con otros que piensen igual y entre ustedes alimentar sus odios y
malestares. Esa es una manera más eficiente de desperdiciar la vida.
Las energías deben ser administradas por el pensante. Su
mente y su cuerpo tienen sus propios mecanismos autónomos para regularse, pero
el pensante no debe ser indiferente. Deba saber y tener la capacidad de
intervenir para alinear las energías a sus conveniencias cuando sea necesario.
Puedes usar como termómetro con medidas del 0 al 10; lo
tanto que has disfrutado la vida las últimas 24 horas. No te caigas a embuste,
que nadie se va a enterar.
Buen provecho con tu vida.
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