NO VOY A MORIR POR FALTA DE TU AMOR

  


PROSAS AMOROSAS

Deja que me ría, después te respondo.

Soy amante de la soledad.

Desde niño me tocó estar mucho tiempo, solo conmigo.

Aprendí a desenvolverme en un mundo de silencio humano.

Hasta las moscas que revoloteaban a mí alrededor, eran mis mascotas. Cuando tenía que abrazar y sentir ser abrazado, me iba a las cepas de matas de plátano y cambur en el fondo de la casa, y me abrazaba a cualquiera de ellas y sentía el calor y el amor de la vida hacia mí. En un arroyo cercano, cualquiera podía verme sentado en la orilla por largo tiempo. Pero nadie se enteró, que de manera virtual andaba nadando con mis amigos los peces, y correteando para ver quien agarraba primero las frutillas que desde una rama cercana caían en el agua. Nunca me aburrí. Y de ti no me enamoré para llenar algún vacío existencial. Mi naturaleza humana quería vivir esa experiencia y la probé contigo. Pero si de verdad quieres que nos separemos, no trates de coaccionarme. Amenazándome que me vas a abandonar. Hazlo, ando en muy  buena compañía conmigo mismo todo el tiempo. Por esa razón, tenía que dejar de reír para explicarte que no voy a sufrir por falta de tu amor.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos  

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