MEZQUINA GRATITUD
PODEMOS ALCANZAR AMPLIA ARMONÍA CON EL UNIVERSO
Hola, amiga(o) pensante.
Al
ser humano se le celebra por descubrir lo que ya existe: se le condecora, se le
alaba y se le premia. Científicos de distintas especialidades compiten para ser
los primeros en revelar lo “nuevo”: explicaciones a fenómenos o aplicaciones
para nuestro beneficio.
Este enfoque omite la gratitud hacia la causa que creó y sostiene la existencia del universo. No hay nada de malo en reconocer el esfuerzo de quien ha dedicado noches en vela y superado dificultades para mostrar al mundo lo que ha encontrado.
Pero aquellos que aún se desconocen a sí mismos centran en sus egos el mérito de una creación que no les pertenece, levantando sin saberlo un muro de engaños que nos separa de la verdad.
Quien admira la obra del creador encontrará abiertas las puertas de su intimidad más profunda, donde podrá saciar sus necesidades. También ha recibido una mente con la que puede disfrutar de sus propias ilusiones.
Agradecer solo a quien nos da, ayuda o favorece es una actitud loable en sociedad, pero quienes desean trascender hacia otro nivel de experiencias deben conectarse con la creación, sentir que son parte de ella y agradecer a la causa divina—según el nombre con que la llamen—por el regalo de esta existencia.
Muchos aman la naturaleza, pero también existen seres cuya presencia se considera indeseable. En la dualidad de la existencia, agradecer al creador solo por lo que percibimos como "bueno" es limitar nuestra visión de la totalidad.
No es fácil procesar esta idea ni encontrarle lógica, pero aquel que entregó su vida en la cruz demostró que es posible. Si se busca alcanzar la paz en este mundo y en el reino al que aspiramos trascender, no hay otro camino más razonable.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
Comentarios
Publicar un comentario