MUTUA COMPLACENCIA.

 


POEMA

No eras una chica fácil de enamorar,
los pretendientes mostraron sus destrezas,
y yo, atento a sus fracasos,
tracé un plan maestro.

Tomé nota de todo lo que amabas,
y decidido a conquistarte,
tejí cada detalle con paciencia,
cálculo y entrega.

Me volví el sol que acaricia tus mañanas,
el murmullo del viento que susurra tus sueños,
las estrellas fugaces que guardan tus deseos.

Fui el canto de las aves, la voz que calma,
el eco tibio de las manos maternas,
el timbre firme de tu padre,
las caricias cómplices de tu gato.

Rogué al sol que esperara,
pedí al ruido que callara,
cuidé que el mundo respetara
el descanso de tu fin de semana.

Me volví todo lo que amas,
para que, sin remedio,
en tu mirada iluminara solo yo.

Hoy somos cómplices en este juego,
complacer y ser complacidos,
tú me dejas ser,
yo disfruto hacerte feliz.

Y tú, con labios destilando miel,
recibes mis besos,
nos repartimos el placer.

Autor: Emilio R. Fernández Ramos  

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