COMO PENSAR PARA NO ANGUSTIARSE


 LA CRISIS ESTÀ OBLIGANDO A PENSAR MÀS DE LO ACOSTUMBRADO, Y SE ESTÀ CAYENDO EN LA DESESPERACIÒN Y LA ANGUSTÌA.
    Hola amiga(o) pensante. “Pensar o no pensar”. Hay pensantes que están en un dilema acerca de si les conviene o no pensar. Y hay otros pensantes que ya tomaron la decisión de parar de pensar debido a que lo que consiguen es atormentarse.  
   Estas personas que reconocen el poco beneficio que tienen al estar pensando reiteradamente en sus asuntos, huyen en busca de algo que los distraiga, hasta que ya no encuentran en que fijar la atención, y no pueden evitar pensar acerca de la realidad que están viviendo, hasta que no pueden poner freno y empieza a sufrir un colapso nervioso.
   Ahora, sufriendo de angustia, preocupado, sintiendo que el mundo le cae encima, no quiere pensar y hace todo lo que puede para no pensar.
   Muchos han pasado por esa experiencia y saben que son intentos fallidos lograr parar ese pensar desenfrenado. Fracasos innecesarios, si antes de tratar de no pensar, observaran la diferencia del acto de pensar, con el contenido que está usando o pensando. Es posible que cuando habla del pensar, se refieran al contenido o asunto que piensa, pero igual insisten es en detener, o parar el acto de pensar como si fuera la causa del problema y eso fuera la solución.
  Si es el contenido, o lo que está pensando lo que le atormenta, entonces la tarea es trabajar con el contenido. El problema está en el contenido no en el acto de pensar. Seguro que ya lo ha comprobado pensando en otras cosas y estas no le atormentan o generan emociones o sentimientos negativos.
   Conclusión, el pensante tiene certeza que es el asunto que se está pensando el que lo pone de esa manera que no le gusta. ¿Pero a quien no le gusta, o a quien es que le molesta? … Al pensante.
   Al pensante le molesta lo que está pensando, pero lo sigue pensando, o no puede dejar de pensar en eso. Ya identificaste al causante, y este señor o señora pensante, es el que debe solucionar el problema consigo mismo. El contenido, o el acto de pensar no son los malos, no son los que hay que atacar con soluciones arbitrarias como no pensar.
  Es el pensante la causa, “¿cómo hago conmigo para no auto atormentarme?”.
   Lo que no debe de hacer es darse latigazos pensando ideas descalificadoras de él o de tu actuación como pensante. Ya es suficiente con la conducta o el comportamiento incontrolado que tienes del pensar o de lo que piensa.
  “El significado”, que se le ha dado al contenido es el veneno que está matando al pensante. El significado es la gran diferencia entre un contenido y otro. El significado, lo que interpreta, o la idea que forma el pensante del asunto, es la realidad que experimenta, es la razón por la cual se siente como se siente y se comporta como se comporta.
  Por lo general los pensantes viven sus experiencias muy apegados a los hechos. Sus emociones y sentimientos son productos de significados acorde con los acontecimientos que le suceden o de los cuales forma parte.
  Por ejemplo; una despedida temporal de un ser querido, no es igual a la despedida para siempre. Los significados o interpretaciones de los hechos se apegan al comportamiento racional acordado. La persona que experimenta emociones o sentimientos apegados a lo hechos, la evalúan psicológicamente, y los resultados son, que es una persona cuerda.
   Alguien puede concluir que los hechos por sí mismo son buenos o malos y obligan a la persona a copiar el significado escrito en el hecho. Y no es así, lo que sucede es que hay comportamientos llamados naturales en los que la sociedad está de acuerdo y se espera que, si se muere un familiar, haya llanto o tristeza, y si llega de viaje se recibe con lágrimas, pero de alegría.
   Es decir, la interpretación o el significado que el pensante le está dando al hecho, es lo importante a considerar en un examen psicológico. Su comportamiento o conducta es lo que nos indica lo bien o mal que está psicológicamente. Es la forma que tenemos para saber cuales son sus ideas, o el valor o significado que le está dando a la situación.  
  Entonces, cuando un pensante quiere tratar de no pensar, o está tratando de no pensar acerca de algo, pero no puede dejar de pensar en eso, o cambiar a pensar en algo que si le guste; la solución sea detener la actividad pensativa, o no tener pensamientos. No funciona.
   Al examinar el acto de producir pensamientos de una manera premeditada, para observar el proceso, se puede ver que el pensante elige el tema o asunto que quiere pensar y empieza a agregarles los condimentos, y va probando para saber como le está quedando el preparado. Si tiene que reducir o quitar ciertas cosas los puede hacer, y así sigue hasta estar satisfecho. En ese momento decide que ese será el significado o la manera de interpretar ese asunto y se traga la idea, o la incorpora a su repertorio que forma la data de su personalidad.
  Esa idea, ese significado, esa interpretación no existe en el contenido. Ese pensante puede revisar los recuerdos de lo que pensó y la idea que formó no está es esos cuadros. Puede ver la película completa con imágenes, sonidos y todo tipo símbolos perceptivos usados, y no va a ver la idea que se formó.
  ¿A donde se fue la idea? …la idea se sumó a todas las ideas que hacen ser al pensante quien es y como es. Cuando un pensante recuerda a voluntad hechos pasados, sus ideas se van activando produciéndoles los estados emocionales o sentimentales que experimentó en ese entonces.
  Pero si estos recuerdos de hechos pasados se activan sin la voluntad del pensante, si se activan por reactividad de la mente, que contiene los registros de estos hechos, esas ideas, esos significados de igual manera lo van hacer reaccionar. Emociones y sentimientos se van a producir sin que pueda evitarlo. Ya esas ideas forman parte de su personalidad.
   A veces oyes una canción y de repente te encuentras nostálgico, pero te puedes dar cuenta de los recuerdos asociados a esa canción y lo que significa para ti eso que estás recordando.
   Mientras el pensante se desenvuelve en otras cosas, la mente está lista para procesar y responder a cualquier señal que perciba. Gran parte de los asuntos que se están pensando, o de las emociones o estados de ánimo que se están experimentando, son producto de esta conexión automática de la mente, con recuerdos donde tenemos ideas o significados que crean la condición que en ese momento se experimenta.  
  Lo grave del asunto, es que hay pensantes que no pueden reconocer que la canción que están oyendo le recuerda a su madre, y que su madre murió, y eso le dolió mucho por lo que significaba su madre para ella, y no sabe porque ha pasado el día con ganas de llorar.
  Y así se vuelven muchas condiciones emocionales y sentimentales crónicas. Y todo estado crónico es un grave problema psicológico para las personas. Y muchos de esos estados emocionales crónicos, afectan la salud física, interfiriendo en las funciones normales del organismo.
  Es posible que haya que reentrenar a muchos pensantes en el proceso para producir IDEAS. Toda la vida lo han hecho, es tan natural, que no hace falta prestarle atención. Y Muchos creen que las ideas son todo el montón de cosas que procesó para producir la idea.
  Uno se imagina los malos ratos que pudo haber pasado Isaac Newton (descubridor de ley de la gravedad), si le dijo a uno de sus familiares o amigos, que él iba averiguar porque caían las manzanas, las risas debieron ser imparables.
  Creo que así ha sucedido con algún lector, cuando les hablo del acto de pensar. Es tan obvio, es tan natural, que no hace falta prestarle atención. Las manzanas han caído de la mata todo el tiempo, todo el mundo lo sabe.
  Entonces tú que, si le prestas atención, separa estas tres cosas: EL PENSADOR - EL ACTO DE PENSAR - Y EL CONTENIDO.
   Demos por hecho que el contenido ya lo hemos digerido y le extrajimos la sustancia; LA IDEA. Hay quienes creen que las ideas están en las palabras, en los símbolos, y que se pueden ver.  
  El pensante está hecho de ideas (su personalidad). Vemos sus conductas, pero no vemos sus ideas, y a veces ni él mismo las puede ver, aunque quisiera.
   El acto de pensar (proceso para llegar a las ideas). Contenido (los elementos utilizados para llegar a una idea, y que se pueden guardar en la mente como recuerdos).
   Si algo es útil para un pensante, es refrescar su conocimiento acerca de lo que hace…PENSAR. Quizás descubras otra ley de gravedad, pero de la gravedad que te causas al pensar en tus problemas o en la criminal crisis que se está viviendo.
   Ha sido un placer. Buen provecho con tus ideas. Nos vemos pensante.
    Autor: Emilio R. Fernández Ramos

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