YO TAMBIÉN SOY RESPONSABLE
NO HUBO MALA INTENCIÓN, NO FUE A PROPÓSITO, NO LO
SABÍA… PERO PAGAS LAS CONSECUENCIAS
Hola amiga(o)
pensante. La sociedad se ha esmerado en educar a los pensantes para que piensen
bien. Para que tengan buenos pensamientos, para que sean inteligentes con sus
soluciones y lleven una vida sana, armoniosa y prospera.
Aunque los
hechos dicen todo lo contrario; nadie puede negar, por lo menos yo nunca he
visto a un adulto en un salón de clase o como padres en sus hogares, enseñándoles
a los niños y jóvenes que piensen como robar, como asesinar, como ser un
corrupto, como ser un tramposo, mentiroso, hipócrita, farsante y todos los
vicios y extremismos que están destruyendo a esta humanidad.
No es en esa
dirección que se trata de enseñar a los pensantes para que piensen de esa manera.
¿Tú lo has visto?
Entonces, hay
que preguntarse; ¿Qué está pasando que los resultados son pensadores que no
solo hacen un infierno con su vida privada y familiar, sino que hacen de un
infierno la sociedad mundial?
Si quieres
constatar como están las familias, los pueblos, la sociedad en este momento, asómate
a la ventana. Mira las estadísticas de cuantas personas propician su mala salud
física, su mala salud mental y espiritual.
Las personas
no hacen ni se convierten en lo que indica el sistema educativo, ni la educación
familiar, que como sabemos, desean lo mejor para ellos si ninguna hipocresía.
Estamos
esperando lo mejor de los pensantes, basándonos en que se les está educando,
enseñando a PENSAR. Y nada que mejoran las estadísticas de mejores pensadores,
como pretendemos que sean.
Con estos alarmantes
resultados, mucha gente se pone las manos en la cabeza y dice; “dios mío, que
está pasando, esto es fin de mundo, se han perdido los valores, y bla, bla, bla”.
Casi todo el
mundo se queja, pero nadie quiere “ponerle el cascabel al gato”. Nadie quiere
encarar el problema. Y sabes por qué, no quieren confrontarlo, porque en el fondo
saben que son responsables.
Ellos saben
que tienen que ver con lo que está pasando en la calidad de las personas. No se
salva nadie; ni yo me salvo.
Y saben porque
yo tampoco me salvo, porque ya metí la pata con mis hijos, ya todos tienen una
edad donde hacen uso de su actividad pensativa y yo no puedo pensar por ellos. No
estaba preparado cuando ellos nacieron y empezaron a formar sus primeros
pensamientos. Todavía yo era un pensador ignorante de mi rol de pensante y usaba
el mismo contenido y procedimiento de la educación tradicional.
El solo hecho
que nadie hiciera mención de la importancia del pensante y del control que debía
tener del acto de pensar, fue un acto de ignorancia de la humanidad, y que nos ha
conducido a la crisis infernal que se está viviendo en el mundo.
Un fabricante
de pensamientos que es posesionado por sus ideas, y queda envuelto en ellos
como en un capullo, incapacitado de retomar el control del pensamiento, cada
día que pase con vida se reduce su consciencia de si mismo. Se aleja de su
esencia y pierde de vista las consecuencias de sus actos.
Los pensantes
no decretan ser criminales. No se sientan a pensar y a ponerse como objetivo ser
un psicópata, de llegar algún día a suicidarse, a ser un corrupto, a pensar
para que su cuerpo físico sufra de enfermedades.
Nadie quiere
ser tonto, sin inteligencia, ser infeliz, o como la idiotez que concluyen
muchos pensantes: “tener mala suerte en la vida”.
La responsabilidad
es pragmática, no es un significado o una idea subjetiva que se debe creer, o
tener fe en ella. La responsabilidad es tu comportamiento, tu conducta, tu
manera de actuar, tu manera de ser. ¿Qué estás haciendo o que estás dejando de
hacer, y como lo haces?
Estamos
hablando de la personalidad, estamos hablando de quienes somos o como somos, e
inclusive, de lo que estamos dispuesto a hacer o no hacer, a tener o no tener,
a ser o no ser.
Y no nos
confundamos, aquel que está “dispuesto para algo”, cuenta con la energía y la
capacidad para hacerlo; para detenerlo hay que matarlo.
Yo soy
responsable de lo que está pasando en el mundo. Mis acciones contribuyeron a
que el sistema imperante se convierta en el gigante que tiene la humanidad en
un puño, con el poder para apretar y sacarle todo el jugo que le dé la gana.
Y no vale tener
malas interpretaciones. Hay muchos que quieren pertenecer a los “ganadores”, quieren
formar parte de quienes liderizan y tienen poder dentro del sistema. Y este
deseo va acompañado con la creencia de que estas insignes personas, son unos
pensadores con un control del acto de pensar impresionante y que controlan sus pensamientos,
ideas o creencias con una facilidad increíble. Cuando es todo lo contrario,
cualquier “pata en el suelo”, tiene mayor control de su acto de pensar y de sus
creencias.
Voy a usar una
palabra de los siquiatras para calificarlos; “psicópatas”. Ellos son la verdadera
esencia de la palabra, “anti-social”. Si
quieren conocer comportamientos compulsivos, obsesivos, irracionales, o incontrolables
como sus gustos personales, pero disfrazados de cultos, ceremonias, ritos, incluyendo
divinidades del cielo y del infierno, entren a ese mundo.
En este
momento un microorganismo se está instalando en la población mundial, y no se sabe
cual va a ser la cuota anual de muertos que va a cobrar. Aquel que piense que
nosotros los pensantes no tenemos nada que ver, está obligado a creer que fue
la mala suerte que causa que muera tanta gente, y solo querrá buscar otra
explicación, si se encuentra con un respirador agonizando, o sea un familiar afectado.
Esta sociedad a
la que pertenecemos y formamos parte, ha construido su propia tumba. Todavía no
se ha lanzado al hueco, todavía tiene la soga en el cuello y la silla donde
está montado se debilita, un solo pensante no es suficiente para evitarlo.
El
comportamiento emocional es tu responsabilidad. El miedo, el pánico, perder el
control y formar parte de turbas, generando caos, desorden y atropellar a otras
personas, es indicativo de que perdiste la batalla y colaboras con el enemigo.
Yo, yo también fui responsable, pero he dado
un giro en 180 grados y aquí me tienen tratando de enmendar mis errores.
Ha sido un
pacer. Buen provecho repensando tus ideas. Nos vemos pensante.
Autor: Emilio
R Fernandez Ramos
Correo; emiliofernandezr@hotmail.com
Hola Emilio, excelente llamado a aceptar nuestra cuota de responsabilidad por incapaces e ignorantes que fuimos y muchos aún lo siguen siendo.
ResponderBorrarEs muy bueno lavarse las manos y señalar al otro, le dimos el poder de gobernarnos y aplaudimos sus barbaridades en pos de un mundo mejor, me pregunto, ¿mejor para quién o quienes?
Me alegra que puedas seguir esforzándote para sacudirnos, espero que no sea muy tarde ya.
Cuidate mucho amigo. Saludos.
Gracias amiga. Sabes que valoro infinitamente tu apoyo. Este comentario si apareció, los otros que me dijiste no. Saludos
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