LO BUENO DE LA PANDEMIA
LEE, PERO NO TE
HAGAS ILUSIONES
Hola amiga(o)
pensante. Cuanto darían muchos pensantes por saber a ciencia cierta cuales
serán las escenas que se van a dar como consecuencia del coronavirus.
Se está
caminando por un campo minado, solo aquellos que colocaron las minas saben
donde poner el pie para no volar en pedazos. Ya han volado físicamente miles de
seres humanos, miles de empresas, y otros ciento de miles que pusieron el pie donde
no debían y esperan sobrevivir.
Los
presidentes más poderosos del planeta no dejan pistas claras, hablan como si no
conocieran el verdadero objetivo de la llamada pandemia, pero toman decisiones similares
y no muestran interés por aclarar las dudas, todo lo contrario, agitan más las
aguas.
Aparentemente
todos quieren proteger la economía de su país, es obvio ya que es su mayor
responsabilidad como gobernantes, pero sus decisiones en un ambiente donde hay
tantas contradicciones de los científicos, reconocidos expertos en la materia
de los microorganismos, los gobernantes coinciden en que se tiene que pagar un
precio de muertos para salvar sus economías.
Ninguno de
los gobernantes, ni sus voceros van a reconocer, si han tenido alguna
responsabilidad o están en conocimiento de lo que se esconde detrás de la
pandemia. Sus sistemas de espionaje e investigación entre ellos son de lo mas
sofisticado del mundo, entre ellos cuesta mantener un secreto sin que se
enteren en poco tiempo. Ya van seis meses del covid-19.
“Yo se que
fuiste tu quien encendió el mundo, pero como no gano nada con denunciarte y
pasar cien años para ganar el juicio, mejor veo que provecho puedo obtener yo
con mi gobierno de esta situación y a la vez fortalecer el poder de mi mandato”.
La guerra ha
comenzado. ¿Quién la comenzó? Ya no tiene tanta importancia, como el hecho de
tratar de salvar la vida y mantener la posición que se ocupa en el mundo.
Estoy pensando
como los gobernantes de los países del mundo. Por suerte estoy en Venezuela,
donde la guerra mundial con la pandemia le vino como anillo al dedo a un
gobierno fracasado. Sin ninguna economía que defender, pero tratando de ganar
los primeros lugares de los gobiernos más eficientes para salvar vidas del coronavirus
en su pueblo, a ver si con eso mantienen el poder.
Si con este
alto honor y reconocimiento mundial le fueran a devolver al país todas las
riquezas que le han robado y despilfarrado, ellos y gobernantes anteriores, y
se transformaran en personas éticas, responsables en sus funciones de
gobernantes, al final ganaríamos algo. Por lo menos están aprendiendo a
sobrevivir en temporada de las vacas flacas. Han tenido que obligarse a
distribuir de la manera más eficiente los pocos recursos que están exprimiendo
del amarillo de la tierra.
Sabemos que su amoroso sacrificio lo hacen
para mantenerse en el poder, pero no van a dejar de darse cuenta y reconocer
que hace unos años con las cuantiosas riquezas que se disponía en esos
momentos, hubieran hecho maravillas para el pueblo.
Otros gobiernos
también tienes sus luchas internas con fuerzas de oposición, pero el propósito
de mantenerse en el poder está por encima de todas las cosas, al igual que el
nuestro.
El futuro de
los gobernantes y de quienes encabezan esta conspiración mundial, y el futuro
de los pueblos, son futuros distintos.
El pueblo ha
sido llevado a una condición, que no puede, ni tiene como interferir en los
objetivos de gobernantes y conspiradores.
Esta
publicación que la leen cuatro gatos, y otras muchas publicaciones de gente muy
importante, que tienen buena promoción por las redes, son respiros de agonía.
No se trata
de sembrar negatividad, de matar las esperanzas de quienes se encuentran
relajados pasando su cuarentena, confiados en que los gobernantes se encargaran
de todo. Ni para luego echarles en cara: “yo se los dije”.
El propósito
es la continuación de la idea principal de la publicación anterior. Si quieres
vencer al diablo, no puedes hacerlo con los ojos cerrados.
Hay que verlo
a la cara, hay que ver los hechos, ver lo que ha sido capaz de hacer, si es
posible entrar en el infierno para ver cómo encontrar puntos débiles en su
mundo para dinamitarlo.
Los
improductivos para este sistema son una carga. Ya los viejos que están
comiéndose los cuatro reales que guardaron. Las pensiones, los subsidios, los
bonos y cualquier gasto para atender sus infinidades de enfermedades es un
desperdicio para ellos. Ya en los fondos de pensiones lo que quedan son
números. Los incapacitados, los que viven en extrema pobreza en las calles, ensuciando,
quitando la apariencia de éxito que se quiere mostrar, todos ellos están
apuntados para la eliminación.
La tendencia
de los pensantes es eliminar lo que consideran que no sirve, lo que no le sirve
al sistema. No ponen todo su empeño en encontrar una solución al problema o a
la causa. “Vamos a extirparle las amígdalas”, “Quítenle las tetas”. Trasplantes
en tiempo récord solo para el que tenga el dinero para pagar.
Esta misma
tendencia prevalece en los planes siniestros que se van develando poco a poco.
Hay quienes
ven muchos programas de apocalipsis para experimentar la agonía, pero
conscientes que ya les dijeron que eso ocurriría dentro de diez mil años, y él
está aseguro que no pasa de cien; “uff que alivio”. Pero si sabe que puede
vivir cuatro o cinco años más. “Que vaina”, eso sí está mal. El apocalipsis con
el covid-19 ya está sucediendo.
Los muertos ya
no están asustados ni preocupados por la pandemia y sus consecuencias. No
vieron al enemigo, muchos no sabían que hacer para defender sus vidas. Podemos
tener la seguridad que, si hubieran tenido conocimiento del arma y del enemigo
que la está utilizando, mueren tirando golpes o patadas. Mueren con hidalguía
usando sus arrecheras por lo menos como armas de defensa.
Yo les dije
desde hace meses el arma principal que iba a utilizar para defenderme del covid.19;
“el sistema inmune de mi cuerpo”. A pesar de la dificultad en este país para
mantener una buena dieta, me las arreglo para fortalecer mi organismo.
Esta arma la
acompaño con otra arma valiosa contra la conspiración; “ser mi propio
consejero”. Leo y veo noticias, entrevistas, etc. Pero yo uso mi poco criterio
para quitarles las plumas a la gallina que me están regalando, y me la como a
mi estilo. Haz lo mismo con mis publicaciones y con toda la diversa información
que recibes.
El sistema
somos nosotros, los gobernantes usan nuestro poder para gobernar, los
conspiradores sin gente que explotar y esclavizar no tienen vida; existen por
que somos sus alcahuetes.
Hagamos todo
al revés. Dejemos de ser parte del sistema como ellos quieren, transformándonos.
Gobernante que no sirve se bota o ni siquiera se eligen; y los de las riquezas
del planeta si no encuentran a quien comprar para que ejecute sus planes, que
se mueran con sus fantasías de ser un dios todo poderoso.
Ha sido un
placer. Buen provecho con tu punto de vista. Nos vemos pensante.
Autor: Emilio
R. Fernández Ramos
Correo: emiliofernandezr@hotmail.com
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