EL SECRETO PARA REHABILITAR TUS PODERES PSÍQUICOS
LA CIENCIA RECONOCE TUS
PODERES PSÍQUICOS ¿PORQUE TE LOS ESTAS
NEGANDO CUANDO MÁS LOS NECESITAS?
Hola amiga(o) pensante. El reconocimiento
científico de que existen las enfermedades cuya causa u origen son
psicosomáticas. Y que inclusive la psiquis predispone o produce las condiciones
para que se manifiesten desordenes físicos, es un reconocimiento al poder que
tiene el pensante para influir en su organismo y para otras proezas.
Desde
hace mucho tiempo los científicos lo han estado afirmando, y hoy con la
pandemia vuelve a la palestra, la ciencia admite el poder que tienen los
pensantes para afectar de manera negativa su organismo o predisponerlo a las
enfermedades
Pero no veo a ningún pensante alegre,
celebrando que se le reconozca su poder. ¿Será que se interpreta como si fuera
malo tener poderes psíquicos, o poderes con sus pensamientos?
O pareciera que se refieren a otros pensantes
pero no a ellos. Es una actitud generalizada que los invadió a todos y nadie quiere
admitir el reconocimiento que les ha dado la ciencia.
Sin embargo, veo que muchos pensantes se caen
a mentiras anhelando tener poderes “mentales”, extrasensoriales, y otras
virtudes espirituales que los convierta en personas distintivas, capaces de
hacer proezas y otros actos que pocos pueden tener el poder para hacerlo.
Si la ciencia les ha reconocido el poder a
todos, (no a los enfermos nada más); ¿Por qué no se hace un intento de admitir
que por lo menos somos capaces de enfermar nuestro cuerpo?
Los pensantes se niegan a reconocer que
pueden con los pensamientos que producen afectar de manera negativa su cuerpo, pero
son tendientes a reconocer que enferman sus cuerpos con hábitos, o conductas
que al final les daña la salud física.
Hablar de conductas y efectos psicosomáticos
es la misma cosa, el procedimiento es el mismo. Se producen ideas mediante el
acto de pensar y luego viene la acción.
Esta acción puede ser fumar dos cajas de
cigarrillos diarios, no ejercitar su cuerpo, o estar pensando que no vale la
pena vivir y sentirse deprimido de muerte.
Muchos pensantes no saben de lo que se están
perdiendo. No saben que un simple cambio de idea, como es admitir con certeza
el poder psíquico que se posee, puede ser la diferencia entre la vida y la
muerte en este momento de pandemia.
En este momento hay pensantes que le creen a
los médicos y a la ciencia y sienten que están enfermando sin querer sus
cuerpos. Pero su actitud es de miedo, de no querer tener ese poder ya que es
algo malo.
Y más, si esas mismas autoridades en el tema
le hacen ver que tiene que estar algo loco, o con rasgos suicida cuando no para
de influenciar negativamente su cuerpo, ese pensante ve su poder psíquico como
una maldición.
¿Poder psíquico para el mal o poder para el
bien? Esta pregunta no se la hacen los
pensantes, ya que para hacerla tienen que reconocer primero que tienen poder
psíquico.
Ahora voy asumir que muchos pensantes dicen:
“admito, reconozco, asumo que soy un pensante que genera poder psíquico, al
punto que puedo enfermar mi cuerpo o producir conductas no acordes con la
salud”.
Esta
es la teoría del decreto, del reconocimiento de ser causa a sabiendas o no de
nuestra propia salud, ahora viene la aplicación. Viene la práctica.
La persona tiene exceso de peso, está obesa,
nunca ha hecho ejercicios encaminados a mantener el cuerpo en condiciones
óptimas, y el doctor le dice; “amigo, usted se puede morir de un infarto en
cualquier momento, necesita hacer ejercicios”.
La persona reconoce lo que le dice el
médico, y a la vez el terror de morir le ayuda a decidir hacer los ejercicios.
Esta es la teoría, ahora viene lo bueno, nunca antes había hecho algo al
respecto. Todo lo contrario, ha hecho mucha práctica de comer de manera
desaforada, de andar deprimido, enojado, maldiciendo y furioso con la vida y
con todo el mundo porque siempre está enfermo de alguna cosa.
Reconoce los poderes que tiene sobre si
mismo, pero nunca le prestó atención al hecho. Nunca se interesó en observar
como ha estado creando ese comportamiento, bastaba con considerar cualquier
cosa como la causa de sus males. Pero ahora reconoce que ha estado procediendo
de una manera equivocada, errada.
Tiene y está obligado a reconocer cuales son
los errores para poder trabajar con ellos para cambiarlos.
Por fortuna ustedes me tienen a mí. Tengo
seis años repitiéndoles donde radica todos los subsecuentes problemas de la
psiquis: “EN EL DESCONTROL DEL ACTO DE PENSAR”.
Menos mal que no se trata se reparar un
carro viejo que tiene fallas por todos lados y requiere muchas refacciones. Con
nosotros lo que tenemos que hacer es agarrar a ese pensante y ponerlo a
ejercitarse hasta que pueda mantenerse concentrado en el acto de pensar
pensando NADA.
Si, eso es todo. Nada, ¿Qué como piensas
nada? …¿Necesitas algo de que agarrarte para pensar nada?
Te voy ayudar a que te acerques a la nada.
(A que te acerques a la idea de nada, no puedo llevarte a ella, hay nada.)
Bien, primer paso, vamos a guiarte, busca un
vaso transparente, échale agua, observa el contenido. Vacíalo, ya no hay agua,
ahora concéntrate en ese vacío. No veas el contorno del vaso, observa el vacío
sin prestar atención al entorno que lo crea, busca captar la existencia de esa
nada.
Bien, segundo paso; debes tener ya una ligera
idea de la existencia de nada producto de la no existencia de algo (el agua).
Ahora quiero que te pongas de pie y busque ver la pared que tengas más cerca.
Que no haya objeto entre tú y ella, solo el piso y el techo. Desde ahí miras el
espacio vacío que hay entre tu y la pared. Fija tu tención en ese vació que va
desde tu cara hacia la pared, pero omite prestar atención a la pared. Mantente
por un rato observando ese vacío, esa nada. “Ahí hay nada”. Mírala por un buen
rato. Y si sientes mareo o el estomago se te contrae, no te asustes, la
experiencia es nueva y hay que experimentarla.
Con algo de practica ya puedes pensar en la
nada sin tener que usar muletillas. La nada es una idea como cualquier otra,
solo que esta es la matriz de todas las demás ideas con contenido que se puedan
pensar.
Ya que puedes pensar la idea de Nada, ponte
a pensarla prestando atención al acto de pensarla. Es a lo único que puedes
prestar atención, al acto de mantener la idea de Nada. Solo sabes que la Nada
está Ahí, porque no estás pensando otra cosa.
Sabes que estas pensando Nada, porque no hay
otra cosa u otro pensamiento durante el acto de pensar. Es fácil de identificar
la idea de Nada, debido a que cualquier otro pensamiento tiene color, sabor,
imagen, rayas, recuerdos, ete. Es decir, tienen algún contenido y en Nada no
existe contenido.
“Me quede en blanco”. Si te quedaste en
blanco, provocado por el ejercicio, entonces, mantente en blanco, pero sin
dejar de prestar atención al acto de pensar con el que estás provocando ese
estar “como en blanco”.
Este
es el camino mas expedito para lograr recuperar el control de tu poder y poner
orden en tu mundo. Es un poder para hacer todo con nada.
Ha sido un placer compartir contigo mi
secreto a voces. Buen provecho con el control de tus poderes psíquicos. Nos
vemos pensante.
Autor: Emilio R Fernández Ramos
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