PAGARAN JUSTOS Y PECADORES


LA NATURALEZA NO TIENE NADA CONTRA LOS SERES HUMANOS, PERO INSISTEN EN HACERLA CULPABLE
  Hola amiga(o) pensante. La confianza en uno mismo, y en una causa superior a quienes somos y como nos manifestamos en la vida, debe estar bajo resguardo para evitar ser llevado a la incertidumbre o a la inseguridad.
 ¿No confías en ti? Entonces, ve preparando el lomo para aguantar palos.
  ¿Confías, pero ante cualquier dificultad entras en duda? Entonces, prepara un refugio para cuando salgas huyendo.
  ¿Confías? Entonces, esto que te voy a decir es para ti.
  El universo está a la disposición del pensante, carece de malicia o de intenciones de algún tipo. Los fracasos o éxitos del pensante no es un asunto que tenga que ver con él, aunque sea a través de él que los pensantes vivan experiencias de éxitos y fracasos.
  El universo no es el enemigo, aunque existan muchos pensantes en hacerlo ver como una amenaza.
  Las permanentes transformaciones de los distintos comportamientos de energía que sufre el universo, no se efectúan para intimidar o acabar con la vida del ser humano. Así como se dieron las condiciones para que existiera la vida que hoy conocemos, en cualquier momento se pueden perder sin la intervención de los pensantes.
  Lo que debe ocupar a un pensante, es buscar las maneras de entenderse con los otros pensantes. Somos todos, los causantes de que exista un ambiente en el cual no se pueda confiar.
  Las acciones de los pensantes en general producen el clima social en el cual nos desenvolvemos. Dejemos de ver como enemigo numero uno a la naturaleza. Desde que ocurrió el desastre que acabó con la vida de los dinosaurios hace miles de años, la naturaleza se ha comportado bastante bien con los humanos.
   Esto no quiere decir que no tengamos que cuidarnos de algunas de sus reacciones que puedan poner en peligro la vida.
   Los agoreros de apocalipsis causado por la naturaleza, siempre han estado vociferando sus predicciones de fin del mundo o de la vida humana. Y a pesar de los consecutivos fracasos, mucha gente permite que se le manipule con sus miedos a la naturaleza.
    En la corta historia de la humanidad, el humano se ha matado a sí mismo, y ha matado más seres humanos que la naturaleza. Es un instinto criminal que ha conservado y que sigue usando sin piedad. Sin importarle la vida de los demás.
   Sin ser un creyente empedernido, se puede compartir la idea de aceptar morir en paz si fuese la naturaleza quien nos quite la vida, ya que en esa creencia se presume la intervención de una causa divina.
  Pero que las fatalidades estén ocurriendo porque existen personas que dedican su tiempo para planificar y llevar a cabo las acciones que destruyan la vida de otros seres humanos, eso no tiene otra calificación, sino de crimen.
  El problema de la sociedad es entre los integrantes o socios que la forman. La mayoría solo llevamos el nombre de socios, y respondemos con la responsabilidad que se ha establecido. Pero en la práctica se carece de los derechos que se suponen son iguales para todo el mundo.
  La pandemia causada por el covid-19 ha logrado que se evidencie; que salga a la vista el lado oculto del comportamiento de quienes son en verdad los líderes. Cuales son sus verdaderos intereses y el modo descarado para robar a los pueblos.
  Hay gente mala y esa misma gente está desviando la atención para que la maldad recaiga en la naturaleza. El diabólico coronavirus vino intencionadamente a matar gente y a destruir la economía del planeta.
  No hay gobiernos ni gobernantes culpables. No hay intereses ocultos de grandes corporaciones para aprovecharse de un microorganismo que como muchos otros es incompatible con la vida del ser humano. La culpa toda recae en la naturaleza, y detrás de la naturaleza los designios de uno de los tantos apocalipsis que se encargara de pasarle factura a todos los humanos. Tienen que pagar por sus errores justos y pecadores.
  Que mueran primero los pobres, los inocentes, las víctimas, los oprimidos, los explotados, los pendejos que se dejan quitar la lana que con tanto sacrificio produjeron para protegerse del clima. Y de ultimo morirán de viejos los esclavistas, los explotadores, los criminales y ladrones de la riqueza social.
  No permitas que te envuelvan en esa cortina de humo. La responsabilidad de la magnitud a lo que ha llegado y seguirá llegando las consecuencias de la pandemia en el planeta, es de los seres humanos.
  Si no se encuentra en quien confiar, por lo menos cuenta contigo y con tu creador y sigue dando la batalla cuidando tu salud. Haciendo lo que tengas que hacer para fortalecer el sistema inmunológico de tu cuerpo y fortalecer tu voluntad y confianza en que vas a lograr solventar las dificultades que se te presenten.
   Ha sido un placer. Buen provecho contigo mismo. Nos vemos pensante.
   Autor: Emilio R. Fernández Ramos

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