QUE HACER CUANDO EL ESTRÉS TE QUITA EL SUEÑO
NOCHES DE INSOMNIO, LO
QUE PARA UNOS ES UN MARTIRIO PARA OTROS BUEN MOMENTO PARA PENSAR.
Hola
amiga(o) pensante. Hay noches de insomnios que se hacen eternas, y el pensante
rogando que amanezca lo antes posible para salir de ese martirio
Y para mí, así como lo debe ser para
muchos; no hay algo más sabroso que despertar a media noche o en la madrugada
para pensar en esa idea o asunto en el que estamos trabajando. En este tipo de
actividad pensativa el pensante se siente abstraído por completo en su mundo y
el cuerpo queda en un estado de relajación donde cumple las funciones
necesarias que solo puede hacer cuando está dormido.
Este tiempo de “insomnio”, es una
aterciopelada caricia comparada con la ansiedad que se experimenta cuando no se
puede dormir por el estrés o por malestares físicos. Para estos pensantes, la
noche se hace eterna, y los deseos de que amanezca, es para escapar de esa
forzada soledad silenciosa que se siente, a pesar de poder oír los ronquidos de
la familia que duerme en la misma casa.
La
condición del que no puede dormir por alteraciones emocionales o de salud, se
vuelve un suplicio interminable cuando ese pensante NO tiene algo interesante o
importante en que ponerse a pensar.
Observe y analice ese detalle y haga la
prueba. Cuando se despierte a media
noche o por algún motivo se le vaya el sueño, y tiene algún asunto de “su
interés” que desee examinar, póngase a pensarlo.
Hágalo, póngase a desarrollar esa idea, haga
su investigación mental de ese asunto. Va a ocurrir que se va a despertar por
completo, pero si se preocupa por el sueño, o por el trasnocho, entonces, en lo
que está pensando no tiene suficiente interés.
Complete
ese ciclo de pensar, o lleve esa idea hasta un punto donde sienta que ha
mejorado su comprensión de ese asunto, o le ha dado a su idea una argumentación
que antes no tenía.
Pero hay algo que No debe hacer cuando se enfoque
a pensar en ese asunto que le interesa. ¿y sabe que es lo que NO se debe hacer?
Pelear contra el sueño, ahora que está
interesado en lo que está pensando, se le empiezan a cerrar los ojos y a
sacarlo de su actividad pensativa.
Y les voy a decir algo más para que lo
sometan a prueba aquellos estresados, los que pasan noches de insomnio por
malestares producto del coronavirus o de otro tipo de virus o de lo que sea.
Si no puede dormir, busque algo importante
para pensar con interés. (Pero no eso que está concluyendo antes de terminar de
leer). La enfermedad o la falta de dinero,
u otro motivo que lo tenga angustiado, preocupado, nervioso, NO ES ALGO
IMPORTANTE O DE INTERES.
Entienda esto: aquellas cosas que se
vuelven importante contra nuestra voluntad, como los malestares de la
enfermedad, el miedo a morir por el coronavirus, la falta de dinero, etc, son
sus enemigos, usted no los desea, no los quiere. Entonces no son de interés
positivo para usted.
Todo este peso relevante que a media noche
le quita el sueño y lo obliga a pensar en ellos, pero que usted no desea, la importancia
que tienen es negativa. Así que si se pone a pensar en estas cosas que se han
vuelto importante contra su voluntad. Las va hacer crecer, les va a dar fuerza,
va a producir más negatividad y su cuerpo no puede dormir para descansar.
No lo haga, por su bien. Si no se le ocurre
algo de su interés que pensar, o que a usted le nazca un interés acorde con sus
deseos de pensarlo. Y está tan mal que no se le ocurre nada, por lo menos
piense en lo bien que le quedaría el cabello si se lo pinta o arregla como lo
ha estado deseando. Piense en cómo se vería su habitación si le cambiara los
colores o si imaginara otra forma de acomodar los utensilios de cocina, etc.
Creo que me hago entender. Les he explicado
con anterioridad que las importancias que aparentemente las cosas tienen para
uno, no vienen de ellas ha nosotros. Su hijo no mete en su mente su valor o
importancia que usted le está dando. Ese valor lo ha decidido usted.
Así es con su hijo, pero es con todas las
cosas que existen en su vida. Usted es quien le da o asigna importancias
relativas a todas las cosas de su existencia.
Y también les explique que las importancias
pueden ser positivas o negativas. La pandemia es una importancia negativa. Va
contra la voluntad del pensante. Lo está obligando a pensar en ella, lo ha
forzado a darle importancia. Pero así como la pandemia. Así son todas aquellas
cosas que OBLIGAN al pensante a considerarlas importante o de máximo interés.
No me mal entienda. Un médico apasionado por
el estudio de los microorganismos, está feliz con el interés que tiene pensando
en el mortal coronavirus. El virus despertó su interés, pero es él, el que mantiene
su interés en pensarlo.
Esta solución que le estoy dando para vivir
el tiempo de insomnio, pensando en algo que le interese y que tiene que ser una
determinación propia y libre de toda coacción, como los ejemplos que le
mencione; es una solución simple que le ayudará a que su cuerpo se relaje y
descanse, y hacer uso de la actividad pensativa para mejorar su estado de ánimo
y creatividad.
Si intenta hacer la prueba, cuando esté a
media noche dando vuelta al cuerpo en la cama para ponerlo en todas las posiciones
a ver si le llega el sueño, asegúrese de no pelear contra el sueño cuando el
asunto que está pensando se vuelva más interesante. Eso sí, llegue a un punto donde pueda cerrar
el ciclo de manera temporal. Como si cerrara el capitulo 5 de la novela y mañana
continua con el 6.
Me he
dado cuenta que las cosas mientras más simples son, tienden a tener menos significados para los
pensantes. Y los pensantes mientras más significados se pueden sacar de una
cosa, más interesante se vuelven para ellos. Por ese motivo no quieren las
cosas simples.
Se alejan de la simplicidad y los atrae lo
complejo, lo extravagante. Al punto que son felices cuando solo unos pocos le
pueden entender algo de su compleja comunicación.
Esto
lo digo porque comparando esta recomendación de usar la actividad pensativa,
buscando temas o asuntos de interés positivo, que es algo sencillo; es
infinitamente más sencillo, “pensar la idea de nada”.
Con la
idea de nada como tema de interés para pensar, los efectos colaterales son
ganancias espirituales, mientras el organismo se libera de le presión emocional
que de manera involuntaria e inconsciente el pensante ejerce sobre el
cuerpo.
El sueño es una función orgánica de
importancia para la salud, como lo es la necesidad de beber agua o respirar.
Pueda que se dure más días con vida sin dormir que sin beber agua, pero al
final el organismo se derrumba.
El estado que se logra “pensando nada”, (pero
más comprensible si lo comparo con el estado logrado por una buena meditación).
Es como darle al cuerpo varias horas de sueño, mientras el pensante permanece
experimentando o enfocado en su esencia.
El
pensante tiene muchas soluciones al alcance de la mano para cuidar su salud.
El hecho de que nos hayan convertido en una
sociedad con la creencia de que solo puedes salvar tu vida en un hospital o con
los fármacos que las autoridades de la salud “ORDENAN”, “OBLIGAN”, hemos dejado
nuestras vidas expuestas; “a lo que dios quiera”, “pobrecito, ese era su
destino”.
Es hora de que nos hagamos un poco más
responsable de nuestro destino. Y mientras “se hace camino al andar”, la salud
física, mental y espiritual no puede estar completamente en manos de otros.
Ha sido un placer. Buen provecho con tus noches
de insomnio. Nos vemos pensante.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
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