LOS CELOS Y YO
LOS CELOS Y YO
(Prosas dolorosas)
Nunca antes me había
importado la distancia, ahora se me ha convertido en un verdugo torturador.
Destruye la paz y la tranquilidad que mantenía en mi mente, y este tormento
derrite la fortaleza de un corazón enamorado que se entretenía produciendo
sentimientos de amor. Estoy en un estado de intranquilidad, no puedo
concentrarme en las cosas que hago. Siento una gran fuerza de atracción que se
lleva mi atención para pensar en ti. Pero no son pensamientos agradables, no
son pensamientos bonitos, no son pensamientos amorosos, la desconfianza
predomina en los hechos que desarrollo y en todos ellos veo que me estas
engañando con otro. Un otro que cambia de rostros y virtudes, y en todo,
siempre es mejor que yo en lo que se refiere a tus gustos. No sé de donde salió
esta desconfianza, no sabía que mi amor se encontraba construido en soportes de
inseguridad, de poco valor y baja autoestima.
La distancia causó esta
erupción de celos. Me he sorprendido de mí mismo, nunca imagine caer en este
estado tan vergonzoso; pero no puedo dejar de pensar cosas horribles de ti, de
tu conducta, de tu integridad.
¿Quién era yo?… Debí ser el
títere de un ego que me hacía creer que yo era un nicho de virtudes, capaz de
estar por encima de las miserias sentimentales que a veces afloran en los
humanos.
Soy todo eso negativo que
significa ser celoso, da miedo pensar que puedo llegar a la violencia verbal y física
para comprobar que mis alucinaciones son de hecho realidades que tú me ocultas.
Desperté en el medio de
esta pesadilla, pesadilla que estaba evadiendo soñando que era un marido
perfecto. Pero puedes estar a salvo, por lo menos todavía puedo darme cuenta
que padezco un grave problema psicológico y que si no lo detengo, te hará
sufrir, arruinará tu vida y llevará al traste nuestra relación.
Celos, malditos celos, te
he descubierto. Puedo ver tu endemoniado rostro, pero no me asustas. Por ella,
por mi gran amor, te enfrentaré hasta que te destruya.
Autor: Emilio R. Fernández Ramos
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